LA PINTORA Tania Cámara Solís se dice orgullosamente mexicana y yucateca, y lo expresa por medio de las obras que integran su exposición “Los colores de México”, donde con mucho colorido y movimiento nos enseña las tradiciones y costumbres del pueblo, como el disfrutar de un sabroso descanso en una hamaca, o de la alegría de romper una piñata o de volar un papagayo, lo que de cierto modo regresa al espectador a los buenos recuerdos de infancia.
Pero en la exposición que abrió sus puertas anoche en el Museo de Arte Contemporáneo de Yucatán (Macay), también hay un mensaje de solidaridad en torno a los inmigrantes que viven momentos de incertidumbre con las políticas migratorias de la nueva administración presidencial de los Estados Unidos, que la artista expresa por medio de las banderas perforadas que aparecen en dos de sus obras, una de las cuales tituló Viva México.
“Me nació hacerlas (las banderas) pensando como en un México de papel, parecen de papel picado, como el material que se usa para las piñatas y también para los papagayos como los que tengo en este cuadro que se llama ‘Espíritus rebeldes’, como el de los mexicanos que, aunque los saquen de Estados Unidos, siguen luchando por su sueño, quieren sobrevivir, salir adelante y sacar adelante a sus familias”, explicó la artista quien lamentó que por estas políticas, existan ahora muchas familias separadas y que se haya generado desempleo para los migrantes.
La obra comprende 15 cuadros al óleo sobre tela en formato de 1.50 por 1.50, en las que también se plasma un momento de nostalgia al atardecer frente a la playa, y se complementa con la exhibición de una colección de 12 cuadros más pequeños, alusivos a los arlequines y a las máscaras de carnaval.
A pesar de que la artista solo utilizó tres colores, el rojo, el blanco y el negro, mediante la técnica de carboncillo y sanguina sobre papel, l
ogró obtener imágenes muy alegres, que permiten observar en el delicado trabajo, detalles muy especiales, como el brillo en los ojos de los personajes imaginarios, en su mayoría mujeres, a los que su creadora bautizó con nombres muy especiales como la celosa, la envidiosa, la poderosa, la controladora o el mentiroso, lo que refleja las diferentes caras que los seres humanos tenemos y que puede esconderse detrás de un antifaz.
“Me sale del alma eso de los disfraces, yo me quisiera poner plumas, sombreros y cascabeles, es un deseo muy interior, pero como no me los puedo poner porque van a decir que estoy mal de la cabeza se las pongo a mis personajes que pinto con máscaras, que siempre me han llamado la atención y que disfruto mucho”, puntualizó.
Manuel Pool Moguel
Fotos: Juliana Sepúlveda
