La dieta mediterránea puede evitar un 30% de los tumores de estómago

 

La gran influencia que tienen los hábitos dietéticos sobre el desarrollo del cáncer de estomágo –el tercer tumor con más mortalidad a nivel mundial– se ha vuelto a confirmar con los resultados de una nueva investigación que han llevado a cabo científicos del Centro de Investigación Biomédica en Red de Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP) y del Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III, y se ha publicado en Gastric Cancer.

El estudio –que forma parte del proyecto MCC-Spain– tenía como objetivo identificar los aspectos relacionados con el estilo de vida y los factores ambientales –incluyendo el tipo de dieta– que estuvieran asociados a la aparición de tumores frecuentes o con una elevada mortalidad, como el cáncer de estómago, ha explicado Nuria Aragonés, investigadora del Ciberes y una de las directoras del trabajo.

Para averiguarlo se reclutó a 295 pacientes con adenocarcionma de estómago y a 3,040 personas sanas procedentes de diez provincias españolas, y se evaluó la relación entre el riesgo de desarrollar un adenocarcinoma gástrico y seguir los patrones alimentarios que caracterizan a tres tipos de dieta habituales en España: el patrón Occidental (con un elevado consumo de productos lácteos grasos, carne procesada, granos refinados, comida precocinada, dulces y bebidas azucaradas, y salsas); el patrón Prudente, que suelen adoptar los individuos que vigilan su peso, y que incluye granos integrales, lácteos bajos en grasas, frutas, verduras y zumos; y el patrón Mediterráneo, en el que predomina el consumo de frutas enteras y verduras, además de pescado, legumbres, patatas hervidas y aceite de oliva.

Los investigadores observaron que los individuos cuyos hábitos dietéticos eran más similares al patrón Occidental presentaban el doble de riesgo de desarrollar un adenocarcinoma de estómago que aquellos que no solían tomar alimentos asociados a esta dieta. Una gran adherencia a la dieta Prudente no se relacionó con el riesgo de sufrir este tumor, y las personas con un estilo de alimentación de patrón Mediterráneo tenían la mitad de riesgo de padecer un tumor de estómago maligno en comparación con los que tenían menos adherencia a esta dieta.

Esto significa que para prevenir el cáncer de estómago no basta con incluir en la dieta diaria una buena cantidad de frutas y verduras, sino que también es necesaria la ingesta de otros alimentos como el pescado o el aceite de oliva, que aportan grasas saludables, y otros productos característicos de la dieta mediterránea, como las legumbres.

Texto y foto: Agencias

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.