¿Qué pasa si dejas de tomar refresco?

A pesar de las campañas de salud que recomiendan evitar los refrescos por ser bebidas procesadas, llenas de gas y una gran cantidad de azúcar, que traen muchos problemas a la salud, estas bebidas siguen estando presentes en muchos hogares mexicanos.

Ya sea en la calle o en el trabajo, siempre están presentes cuando la sed aparece. Existen estudios que demuestran que evitar el consumo de refresco puede traer beneficios a tu vida. Si estás planeando dejar de beber refresco de cola o de cualquier otro sabor, te damos buenas razones para hacerlo.

 

  1. Hay menos riesgos de sufrir un infarto

El corazón es uno de los órganos que más se beneficia al dejar de consumir refresco. Unestudio de la Universidad de Harvard descubrió que las bebidas azucaradas aumentan el riesgo de una enfermedad cardíaca crónica. En la investigación los participantes que bebieron la mayor cantidad de refresco tuvieron un 20% más de probabilidades de sufrir un ataque al corazón.

Otro estudio, realizado por la American Heart Association, encontró que las bebidas azucaradas aumentan la presión arterial de una persona, y la afectación es proporcional al consumo de la bebida. Los resultados señalan que reducir un refresco al día puede disminuir su presión arterial y mejorar la salud de su corazón.

 

  1. Mejorará tu funcionamiento cerebral

Si eres de las personas que toma un refresco de cola para obtener una dosis de azúcar y despejarse del sueño en horas laborales, los resultados de un estudio te pueden hacer reconsiderar dicho hábito. La investigación encontró que el consumo de azúcar a largo plazo puede conducir a problemas de aprendizaje, memoria y plasticidad conductual.

“Investigamos un mecanismo potencial mediante el cual una dieta, similar en composición a la dieta típica de las sociedades occidentales más industrializadas, rica en grasas saturadas y azúcar refinada (HFS), puede influir en la estructura y función cerebral mediante la regulación de neurotrofinas”, señalaron los autores de la investigación.

Además descubrieron que los animales colocados en esta dieta alta en azúcar tenían cantidades reducidas de una sustancia química llamada factor neurotrófico, que a su vez afectaba su capacidad para aprender y recordar cosas.

 

  1. Mejorará tu esmalte dental

El azúcar que contiene el refresco destruye afecta el esmalte dental, por lo que disminuir o mitigar su consumo traer una mejor salud bucal y una sonrisa más blanca.

El estudio “Erosión dental debido al abuso de drogas ilícitas y bebidas carbonatadas ácidas” señala que beber mucha refresco puede dejar la boca tan corroída como la de un adicto a las metanfetaminas. En la investigación se encontró que una mujer que bebió dos litros de refresco de dieta todos los días durante tres a cinco años tenía el mismo nivel de erosión dental como la de un adicto a la metanfetamina, así como un adicto al crack de cocaína.

El ácido cítrico en sosa erosiona el esmalte dental, haciéndolo más suave y más vulnerable a las caries y al color amarillento. Alejarse del refresco y beber agua es la medida adecuada para proteger el esmalte de los dientes.

 

  1. Mejorará el estado de tus riñones

En una investigación de Nurses’ Health Study se encontró que las mujeres que bebían mucho refresco de dieta todos los días tenían una función hepática disminuida, en comparación con las mujeres que no bebían refrescos. Así que al dejar de consumir refresco tus riñones te lo agradecerán.

Los resultados sostienen que beber mucha soda puede aumentar el riesgo de enfermedad renal y, en última instancia, insuficiencia renal.  Los refrescos dietéticos tampoco están exentos de este daño.

 

 

  1. Disminuirá el riesgo de que padezcas cáncer

En algunos casos, las latas de refresco pueden contener bisfenol-A o BPA, que se ha relacionado con un mayor riesgo de cáncer, así como el deterioro de la función endocrina.

Según el Breast Cancer Fund, el BPA es uno de los químicos más comunes que se encuentra expuesto a través de contenedores de alimentos, este estrógeno sintético daña el sistema hormonal, aumentando el riesgo de cáncer de mama, cáncer de próstata, trastornos metabólicos e incluso diabetes tipo 2 de una persona.

 

 

  1. Perderás los kilos de más

Una de las formas más fáciles de perder peso es eliminar los refrescos de la alimentación. Según Malia Frey, dietista y escritora en About Health, señala que los refrescos son altos en calorías y al beber una sola lata de aproximadamente 350 mililitros ingerirás 140 calorías y 39 gramos de azúcar. Por lo tanto la especialista recomienda reemplazar las bebidas gaseosas por agua y así decir adiós a la obesidad.

 

El Universal

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