En una carta abierta revela la prepotencia con la que dirige Esma Bazán; éste intenta agredir a Martiniano Alcocer porque lo desafía al no ponerse de pie, tras una instrucción.
EL ESCÁNDALO DE PREPOTENCIA Y VIOLENCIA POR PARTE DEL DIRECTOR del Instituto de Museos e Historia de Yucatán, Jorge Esma Bazán, tiene un nuevo capítulo luego de que el periodista Martiniano Alcocer Álvarez envió a los medios de comunicación una carta en donde narra como el “maestro”, trató de agredirlo en frente de todo el personal del Gran Museo del Mundo Maya.
Como informó Punto Medio, Esma Bazán declaró que el ambiente laboral en el instituto era “maravilloso y lleno de armonía”, pero fue desmentido por Alcocer Álvarez quien explica que el director trató de demostrar a su personal “quien es el jefe”.
Estos son los puntos principales del texto del periodista, en el que incluso responsabiliza a Esma Bazán de cualquier daño que pudiera recibir él o su familia:
A mis amigos y a la sociedad:
1. Acudí a una reunión, convocado por Jorge Esma Bazán igual que al resto del personal de todas las oficinas y dependencias del Instituto de Historia y Museos de Yucatán (IHMY) que debía comenzar a las 12 a.m. y se inició más de media hora después. Aunque no soy su empleado sino un colaborador que cobra por honorarios, acudí por invitación de su amigo Joaquín Tamayo Aranda.
2. Jorge Esma Bazán quería decirle a todos que él era el jefe.
3. Por turnos hizo poner a sus empleados, en demostración que él era el jefe.
4. Cuando llegó a él y otro que estaba a su derecha, no se paró. Y les preguntó por qué no se pararon. De inmediato me paré y le dije: “Si me paro, pero para irme porque no estoy de acuerdo con la forma en que estás tratando a todas estas personas”. Y cuando se retiraba, Esma Bazán le reclamó a Joaquín Tamayo, por haberlo invitado. Por ello regresa y le indica que él fue por Esma Bazán.
5. Tras quitarse, lo persigue y le cierra el paso. Luego lo jalonea y un guardia interviene para que no le pegue.
Fue así que logró quitarse. A raíz de ello, personal del Instituto le recomienda que se cuide porque Esma Bazán es rencoroso y poderoso.
Texto: Roberto Ojeda
Foto: Cortesía
