El alcalde Renán Barrera asistió a la misa de celebración por el aniversario de la capital yucateca

Con la presencia de la secretaria general de Gobierno Maria Fritz Sierra, el alcalde Renán Barrera, su esposa Diana Castillo Laviada, además de funcionarios municipales y el senador Jorge Carlos Ramirez Marin a quien acompañó su esposa María Elena Granados se celebró la mañana de este miércoles 6 de enero la misa de acción de gracias por el aniversario 479 de la Fundación de la Ciudad de Mérida.

En su homilia el arzobispo de Yucatán, Monseñor Gustavo Rodriguez Vega, destacó que al igual que Jesus se manifestó en la Epifania a todos los pueblos de la tierra, Mérida manifiesta a todo el mundo los grandes tesoros que resguarda, especialmente el de la Paz, que lamentablemente ya no existe en muchos lugares de México .

“Mérida tiene vocación de Epifania, tenemos vocación de anfitriones para atender a los turistas que nos visitan y que se sientan en casa, pero el crecimiento poblacional nos debe ocupar a todos para evitar hasta donde sea posible la devastación de la naturaleza y cuidar que los nuevos asentamientos se realicen en lugares aprobados y supervisados por los expertos en el cuidado de nuestra casa común, recalcó el prelado.

En el marco de esta fiesta en la que Dios se manifestó como humano y en la que de manera popular se festeja a los Tres Santos Reyes, monseñor Rodriguez destacó que ellos fueron sabios que buscaron sinceramente la verdad en Dios Eterno, único y poderoso, y en este sentido lamentó que hombres y mujeres de ciencia que piensan que la razón y la fe no sólo son incompatibles sino contradictorios.

“Otros hombres y mujeres de ciencia, al mismo tiempo gozan del consuelo, de la alegría y esperanza de la fe que no contradice lo que estudian, sino que lo abraza y le da sentido y armonía”, subrayó.

Más adelante, al recordar como Herodes, al ver amenazado su reinado, mando a matar a todos los niños de Belem y sus alrededores, destacó que el poder tiene la posibilidad de corromper y envenenar el corazón del hombre.

“Esto nos da una idea de lo que son capaces los poderosos de este mundo para conservar el poder, por eso tenemos que orar por nuestros hermanos dedicados a la función pública para que no se dejen perturbar por el poder y que tengan siempre en el corazón a los
Pobres y sobre todo la conciencia de que tendrán que dar cuentas al todo poderoso de su breve, limitado y pasajero poder”, subrayó.

Y de la misma manera en la que los Reyes Magos se guiaron con una estrella para encontrar al niño Jesús, monseñor Rodríguez Vega, invitó a los fieles a buscar la luz en lo alto y evitar clavarse en las realidades de la tierra ya que se corre el riesgo de fácilmente deprimirse y no encontrar sentido a la existencia por lo que invitó a caminar hacia la luz de la fe.

“Adora al señor en el templo, en tu hogar, en tu interior y llévale como ofrenda El Oro, que representa el poner los bienes materiales a disposición del señor y ayudar a los necesitados y a la iglesia, llévale la mirra que es la capacidad de valorar el sufrimiento de Cristo para nuestra redención y llevarle consuelo en la persona de los enfermos, presos, pobres y todos los que sufren. Y por último llévale el incienso que es la capacidad de alabar al señor y reconocer el mérito, las virtudes, cualidades y éxito de los hermanos”, dijo el arzobispo quien aprovechó para reconocer la labor que realizan los médicos y el personal de enfermería ante la pandemia.

“Que en esta Epifania nos manifestemos trabajando juntos para acabar con la pandemia, la tarea sigue siendo de todos”, puntualizó.

En la ceremonia se contó con la participación de la Orquesta de
Cámara de Mérida y el Coro de la Ciudad, dirigida por Russell Montañez Coronado y Nidia Góngora Cervera, respectivamente. que interpretaron de manera exquisita, obras de Bach, Mozart, Vivaldi, Schubert y Händel.

Texto y fotos: Manuel Pool.

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