A 28 años del paso del huracán Gilberto

Aquel día 14 de septiembre de 1988 será recordado como uno de los más difíciles y temibles para el estado de Yucatán, tras el paso de Gilberto, el huracán más mortífero y devastador que cruzó la Península de Yucatán en un siglo, a 28 años de aquel incidente, rememoramos algunos de los hechos más importantes. “Gilberto” es el nombre que fue borrado de la lista de fenómenos climatológicos del Caribe, el que representa el más impactante y brutal del siglo XX.

Es por muchas razones uno de los números fenómenos climatológicos que modificaron el conocimiento científico que realizan los investigadores y científicos estudiosos de este tema, basta recordar que asoló las islas del Caribe y el Golfo de México por más de 16 días, lo que le valió varios apodos, en México le conoce como el Huracán del Siglo XX y en Cuba como El Huracán Asesino.  “Gilberto” está catalogado como el ciclón intenso jamás observado en la cuenca del Atlántico, hasta que el fenómeno “Wilma” en 2005. También, esta rankeado como uno de las tormentas tropicales de mayor extensión de la historia; ya que en su momento más álgido alcanzó a tener un área de mil 250 km.

Entre los recuentos que se establecen para este fenómeno está la pérdida de vidas, en total provocó en total 318 muertes: 202 en México, 45 en Jamaica, 30 en Haití, 12 en Guatemala, 5 en Venezuela y la República Dominicana, 3 en Estados Unidos, 2 en Costa Rica y 2 en Nicaragua. No se tiene una cifra exacta del daño total causado por Gilberto, pero se estima que el total para todos los territorios afectados sería el monto en daños superó los 5 mil millones de dólares.

Aquel 1988 era una temporada normal de ciclones para Yucatán, muchas cosas sucedían, pero en general los habitantes de Yucatán, Campeche y Quintana Roo no estaban preparados. Gilberto se formó Gilberto se formó el 8 de septiembre de 1988 como la depresión tropical #12 de la temporada, cerca de Islas de Barlovento, localizadas a 987 kilómetros al sur-sureste de Chetumal. Al continuar su desplazamiento sobre las aguas cálidas de 27 °C del Caribe, la depresión se intensificó a tormenta tropical el 9 de septiembre y recibió su nombre. Este patrón de intensificación continuó hasta transformar al sistema en un huracán intenso -mayor a la categoría 3 en la escala Saffir-Simpson-; para el día 10, coincidiero con el pico climatológico de actividad de las temporadas de huracanes del Caribe-Océano Atlántico.

A partir de ese momento el Centro Nacional de Huracanes, con sede en Miami, Florida lanzó alertas para las islas del Caribe, pero fue tarde, Jamaica recibió el impacto de la fuerza y las costas de los países Centroamericanos por el tamaño del fenómeno marejadas y crecidas de ríos. Los días 12, 13 fueron de alertas a las costas mexicanas y beliceñas, la llegada fue inesperada, pero contundente, al grado tal que Cancún fue barrido con vientos superiores a los 320 kilómetros por hora. De manera previa y con aviso de lo que sucedía en Quintana Roo, el gobernador Víctor Manzanilla Schaffer, tomó la decisión de evacuar las costas del estado

La movilización fue intensa y cientos de familias porteñas del litoral yucateco se movilizaron para ser ubicados en albergues. Gilberto avanzó hasta posicionarse sobre la ciudad de Mérida aquel 14 de septiembre, provocó daños materiales cuantiosos y 6 víctimas que lamentar.  La capacidad de operación del gobierno estatal permitió que muchas vidas se salvaran y fue notorio que la movilización permitió que esa experiencia marcara a partir de ese entonces una serie de acciones que motivaron la mejora en los servicios preventivos. En Yucatán 6 personas perdieron la vida y 2 resultaron heridas, monos y un león escaparon del zoológico de Tizimín.

El 60 por ciento del litoral yucateco resultó gravemente dañado, debido a que el mar se unió con la ciénaga en grandes extensiones. Las instalaciones de la industria salinera de Las Coloradas quedaron inservibles. El huracán derribó mil 687 postes propiedad de la CFE, incluidos 360 en Mérida y 100 en Progreso. 10 mil líneas de electricidad resultaron dañadas. Las precipitaciones alcanzaron un máximo de 350 mm en Progreso, lo que puede llover en un año, llovió en un día.

Para aquel 15 de septiembre por la noche, solo algunas almas se reunieron en la Plaza Grande de Mérida, semi destruida, con árboles caídos y números edificios es ruina, con la ciudad apagada debido a que no había energía eléctrica en toda la zona peninsular, pero para sorpresa de muchos, la ceremonia del grito se consumó y fue de las experiencias más impresionantes, porque las varias decenas de personas que habían acudido a escucharlo gritaron más fuerte y se escuchó más intenso. En apenas pocos minutos, el Gobernador Manzanilla dejando un momento su escritorio desde donde daba órdenes para atender las situaciones apremiantes de la situación, recibió la bandera de la escolta de palacio de gobierno, sin mayor protocolo acudió al balcón central del edificio de gobierno para realizar la ceremonia que marcó el inicio de la Independencia de México, aquel 15 de septiembre de 1910 en Dolores, Guanajuato.

Con todo ello, el recuento del paso del intenso y violento huracán sigue marcando para muchos la presencia del meteoro más intenso que se ha visto en la península, el recuerdo y el recuento de esos hechos aún son un presente para decenas de yucatecos que fueron testigos presenciales de esa aventura.

José Cortazar Navarrete.

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