A la espera de recursos para reactivar Kulubá

El proyecto para rescatar la zona arqueológica de Kulubá se mantiene vigente y se espera que en este primer semestre del año lleguen los recursos para reactivar los trabajos e incorporar ese sitio a la oferta turística local.

El arqueólogo y especialista del Centro del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Alfredo Barrera Rubio, es uno de los que han encabezado importantes labores para rescatar la zona arqueológica y convertirla en un punto más para la oferta ecoturística del estado, enclavado en el llamado Mundo Maya.

En entrevista con Notimex, explicó que el año pasado se signó un acuerdo con el gobierno el estado para recibir apoyos por unos 35 millones de pesos para continuar con los trabajos de rescate e investigación en Kulubá y en otros sitios prehispánicos de interés como el caso de Chichen Itzá y Dzibilchaltún.

Sin embargo, la pasada administración estatal solo proporcionó el 50 por ciento de esos recursos en octubre del año pasado y se están en gestiones para que el resto de ese dinero llegue durante este año, indicó.

“Hay un buen avance en las gestiones que realizan las autoridades involucradas en este proyecto y esperamos que logren consolidarse esas gestiones para empezar a trabajar este mismo año y lograr el objetivo de incorporar a Kulubá en la oferta turística del estado”, precisó.

Recordó que este sitio arqueológico se ubica a 37 kilómetros al este de Tizimín, siguiendo la carretera a Colonia Yucatán, ahí hay un desvío que llega al rancho Kulubá, donde se encuentra el sitio.

La zona está integrada por tres estructuras arquitectónicas principales, una de las cuales, el grupo C, fue descubierta y reportada por Wílliam Andrews IV, en 1939.

Muchos años después, en 1965, Víctor Segovia Pinto visitó el sitio, y en 1980, el Centro INAH Yucatán realizó trabajos de rescate en algunas estructuras que se estaban deteriorando. Sin embargo, la información sobre el sitio era muy escasa.

Por ese motivo, un grupo de especialistas, encabezados por el arqueólogo Barrera Rubio, se dieron a la tarea de recabar información y hacer varios estudios y excavaciones en la zona.

En ese sentido, Barrera Rubio explicó que se hicieron varios recorridos por la zona y trabajos de restauración en algunos edificios.

En lo que se refiere al sitio, los primeros resultados apuntan a que los grupos arquitectónicos que se encuentran probablemente eran conjuntos residenciales de linajes importantes.

En ocasiones estaban integradas por dos o tres habitaciones, y a su vez se relacionaban con otras de menor tamaño, formando “microunidades” habitacionales.

Hasta este momento se han descubierto 300 estructuras en la periferia del sitio, el cual, aparentemente, tiene una extensión máxima de seis kilómetros de diámetro.

Texto y foto: Agencia

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