A un año de la pesadilla

Tras la aparición del primer contagio, la vida en la entidad no volvió a ser igual

Este sábado se cumple un año desde que se confirmó el primer caso de COVID-19 en Yucatán, el cual se dio a conocer, en ese entonces, durante una rueda de prensa encabezada por el titular de la Secretaría de Salud, Mauricio Sauri Vivas: Se trataba de una mujer de 57 años que se había contagiado en España y que días después de su llegada a la entidad comenzó a presentar los síntomas de la enfermedad.

Ese mismo día, Miguel Torruco Marqués, secretario de Turismo del Gobierno Federal, informó que la edición 45 del Tianguis Turístico, que se realizaría del 22 al 25 de marzo en Mérida, se pospondría como medida de prevención.

No obstante, a finales de febrero del año pasado, el Gobierno del Estado se había anticipado a comprar ventiladores para pacientes con coronavirus, además de que ya se tenía contemplado habilitar como nosocomios temporales el Centro de Convenciones Siglo XXI y el Hospital General de Valladolid, para atender a pacientes contagiados.

El mandatario Mauricio Vila Dosal ha señalado de manera reiterada, que, gracias a estas medidas anticipadas, se ha logrado mantener la capacidad hospitalaria.

El 15 de marzo del año pasado, a través de sus redes sociales, Vila Dosal dio un anuncio en el que informaba que se suspendían las clases del 20 de marzo hasta el 20 de abril; sin embargo, esta crisis sanitaria ha durado más tiempo y obligó a los alumnos de los diferentes niveles educativos a estudiar a distancia.

En el mes de marzo el Ayuntamiento de Mérida también comunicó que se suspendían programas culturales y artísticos.

Ese mismo día también indicó que las actividades en las zonas arqueológicas de Chichén Itzá y Dzibilchaltún del 20, 21 y 22 de marzo del 2020 se cancelaban.

Por su parte, el Ayuntamiento de Mérida también comunicó que se suspendían programas culturales y artísticos.

También se cerraron los parques zoológicos del Centenario, Animaya, La Ceiba y la Reserva Ecológica de Cuxtal, los cuales, después de 10 meses, abrieron sus puertas a finales del año pasado.

El primero de abril, el jefe del Ejecutivo estatal anunció nuevas e inéditas medidas que obligaban a suspender actividades en numerosas empresas y comercios de todos los giros, salvo los considerados esenciales, como las farmacias, supermercados, tiendas de abarrotes, gasolineras, bancos, gaseras, medios de comunicación y servicios como los de transporte público y de seguridad privada.

El 1 de abril se anunciaron nuevas e inéditas medidas que obligaban a suspender actividades en empresas y comercios de todos los giros, salvo los esenciales.

Debido a la pandemia, varias empresas cerraron sus puertas de manera definitiva ante la falta de solvencia económica y se perdieron más de 26 mil empleos en Yucatán.

Ante el incremento de casos, la autoridad estatal se vio en la necesidad de decretar ley seca en tres ocasiones, así como restricciones a la movilidad hasta las 11:30 de la noche, el límite de dos pasajeros por vehículo y el uso de cubrebocas de manera obligatoria.

Ante el incremento de casos, la autoridad estatal decretó ley seca en tres ocasiones, así como restricciones a la movilidad y el uso de cubrebocas de manera obligatoria.

En agosto se instaló el Plan de Mejora a la Movilidad Urbana, que contemplaba la reubicación de paraderos, con la finalidad de evitar aglomeraciones en estos lugares, así como medidas dentro de las unidades de transporte urbano de pasajeros, como la instalación de separadores de plástico.

En medio de toda esta contingencia sanitaria, a mediados del año y en octubre azotaron en la entidad 3 tormentas tropicales y 2 huracanes, que provocaron la pérdida total de cosechas en el estado y acrecentaron la difícil situación económica que vivían las familias yucatecas.

A finales de ese mes se anunció el Plan de Reapertura Segura en Yucatán, que sería de manera gradual y escalonada, a partir del 1 de septiembre, e incluía actividades no esenciales como los cines, gimnasios e iglesias.

Eventos como el Grito de Independencia por primera vez se realizaron ante una plaza vacía y no se efectuó el desfile cívico- militar del 16 de septiembre.

Las actividades de Hanal Pixán fueron virtuales. La muestra estatal de altares en la plaza principal de Mérida, el Delirio Teatral y el Paseo de las Ánimas se suspendieron, al igual que las fiestas de Halloween y Día de Muertos.

Como parte de las celebraciones de los fieles difuntos se puso en marcha un operativo en los cementerios, en los que se implementaron protocolos y filtros sanitarios para evitar aglomeraciones y contagios.

Sin embargo, como resultado de las fiestas de Día de Muertos y navideñas se registraron repuntes de casos; empero, no se dio una saturación de camas, como había ocurrido a medidos del 2020, en donde incluso se llegaron a registrar 11 muertes y más de 22 contagios en un día.

A principios de enero de este año llegaron las primeras vacunas contra el SARS-CoV-2 a Yucatán, que fueron administradas al personal de salud que se encuentra laborando en las áreas de COVID de 16 hospitales y clínicas de la entidad.

A principios de enero de este año llegaron las primeras vacunas contra el SARS-CoV-2 a Yucatán.

El 15 de febrero de 2021 comenzó la segunda etapa del plan de vacunación contra el COVID-19, con la inoculación de adultos y adultas mayores, la cual continua en el interior del estado.

Hasta ayer viernes 33 mil 646 personas habían sido diagnosticadas con coronavirus, de las cuales 29 mil 179 ya se recuperaron, lo que representa el 87% de contagios.

En total han fallecido 3 mil 617 personas por esta enfermedad y se han detectado de 97 a 109 casos al día en la última semana.

Texto: Georgina Bacelis

Fotos: Cortesía

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