Las constantes lluvias que se han registrado en días anteriores dejan en evidencia la labor de los encargados del bacheo, aunque directamente también exhibe al actual ayuntamiento que se limita a destinar recursos para este rubro bajo el argumento de recortes presupuestales a nivel nacional.
Lo que ahora se vive y observa en la ciudad no se había registrado en años anteriores cuando se atendía esta problemática de manera puntual para evitar que los ciudadanos padezcan los efectos de que causan las lluvias.
Con la austeridad, los municipios tienen que mejorar su recaudación para que puedan realizar más obra.
En la actualidad es común ver los hoyancos por diversas calles de la ciudad, y solo se la da mantenimiento a las principales arterias, sobre todo los que compren o las que se incluyeron en el plan del reordenamiento vial.
En sus eventos el alcalde Mario González González lo único que señala es “vender la marca de Tizimín” y su plan de convertirlo en la ciudad más limpia, pero descuida algunas partes fundamentales que reflejen una buena imagen de Tizimín. Adicional al problema de las calles en mal estado, también se ha dejado de dar mantenimiento a otros espacios como el de la pista “Cupul” donde hacen ejercicio las personas.
Texto y foto: Isauro Chi
