Amargos recuerdos

Un mito futbolístico se hizo añicos el 16 de junio del 2001. Aquel que decía que el Tri jugando en el Azteca eliminatorias mundialistas era invencible.
Costa Rica llegó, le pintó la cara de colores frente a su afición, y le venció. Ese día, el mundo supo que México también era vulnerable en el Coloso de Santa Úrsula.

Sin actitud, sin entrega, con poco fútbol y muchas carencias tácticas, el equipo dirigido por Meza no pudo contra un rival que anunció desde el principio que saldría por el triunfo en la Ciudad de México –sí, los jugadores y cuerpo técnico de los ticos dijeron a su llegada que venían a ganar- y lo cumplió.

Un gol tempranero con un certero cabezazo de José Manuel Abundis a los seis minutos, hizo albergar esperanzas de un regreso al triunfo del Tri.

Sin embargo, las cosas regresaron a la mediocre normalidad del conjunto del ‘Ojitos’. Con una ineficaz línea media, encabezada por un Víctor Ruiz, pronto se perdió el dominio del encuentro.

Y Costa Rica empezó a creer en sus posibilidades. La apatía mexicana salió de la media cancha para extenderse a la delantera y al final alcanzar a la defensa.

A los 71 minutos, con un soberbio tiro libre de Rolando Fonseca, el cual pasó por encima de la barrera y se anidó en el ángulo superior derecho de la portería custodiada por Oswaldo Sánchez, Costa Rica empató el marcador.

A la ineficacia, se le añadió la desesperación y evitó cualquier llegada de real peligro de México. Sembró de paso la semilla del segundo gol de Costa Rica.

Así se consumó uno de los peores episodios en la historia de la Selección Mexicana.

Texto y foto: Agencias

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