Anímate a practicar y disfrutar el Body Core

Trabajar todo el cuerpo con un único tipo de actividad física es un sueño para muchas personas aunque, hoy en día, ya hay disciplinas muy completas que buscan maximizar el esfuerzo de todos aquellos que se ponen a trabajar duro. Y es que el exceso de obligaciones y la falta de tiempo libre obligan a desarrollar actividades integrales que aúnen el máximo número de ejercicios posible junto con el trabajo de la mayor cantidad de músculos para, de esta manera, conseguir un cuerpo 10 en menos tiempo.

En menos de un lustro, el Body Core ya se ha popularizado entre los entrenadores y, poco a poco, va en aumento el número de gimnasios que lo ofrecen en su programa de actividades. El éxito del Body Core recae en su perfecta combinación, tanto de los típicos ejercicios de fuerza, como los puramente funcionales, que pretenden dar un sentido o funcionalidad a ese trabajo en la musculatura. Así, esta modalidad deportiva incluye ejercicios de levantamiento de pesas para potenciar la musculatura, junto con un entrenamiento funcional que recoge movimientos globales, realizados normalmente con carga para potenciar, aún más, la fuerza muscular.

Para ello, el Body Core, que cuenta con una cartera de más de 300 ejercicios distintos, trabaja, principalmente, la parte central del cuerpo, lo que se conoce como core, aunque no sólo se limita a esta zona concreta, ya que implica la musculatura del resto del organismo. El core es la faja abdominal-dorsal-lumbar, aunque algunos autores consideran también parte del core todo el cuerpo a excepción de los brazos y las piernas. Sea como fuere, los movimientos funcionales dependen principalmente de esta parte central del organismo, por lo que un buen desarrollo de la misma asegura la capacidad de poder desenvolvernos de manera óptima en nuestra vida diaria (no sólo en la sala del gimnasio) y, a su vez, reducir el riesgo de lesiones.

Consejos. Si quieres practicar Body Core, estos consejos te ayudarán a obtener el máximo beneficio de los ejercicios, y a reducir el riesgo de lesiones:

Habla con tu médico si padeces algún tipo de enfermedad, porque es el más indicado para recomendarte, o no, incluir el Body Core dentro de tu programa de entrenamiento, o quizá una actividad deportiva mucho más tranquila y adaptada a todo el mundo, como puede ser caminar.

Aunque hay ejercicios de Body Core sin pesas, este entrenamiento se basa en movimientos con ellas, por lo que si eres portador de un marcapasos o sufres hipertensión arterial, evita estas actividades de fuerza.

El Body Core tiene diferentes niveles de exigencia y dos programas de iniciación antes de comenzar el entrenamiento puramente dicho. Por lo tanto, es importante empezar desde cero e ir aprendiendo la correcta ejecución de los ejercicios antes de establecer metas demasiado ambiciosas, que puede que sólo provoquen lesiones, o empujen a abandonar su práctica por culpa de un agotamiento excesivo.

Los programas de iniciación duran, al menos, un mes. Es importante no abandonarlos antes de tiempo, aunque nuestro objetivo final sea, por ejemplo, el aumento de la masa muscular, que se alcanzará mediante un programa específico.

Una correcta hidratación es fundamental antes, durante y después de practicar cualquier deporte. El Body Core es muy exigente, y aunque no se sude tanto como con otros ejercicios puramente aeróbicos (correr, ciclismo, fútbol…), es fundamental rehidratar el organismo adecuadamente con agua y, si es necesario, con bebidas isotónicas o geles.

Texto: Agencias

 

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