Anotaciones para Scarlett Johansson

Por Gerardo Novelo

“Debería poder interpretar cualquier persona, árbol o animal, porque ese es mi trabajo y eso requiere mi trabajo”, dijo Scarlett Johansson a la revista As If, quejándose de supuesta corrección política ante críticas que ha recibido a lo largo de su carrera por problemáticas decisiones de casting.

Verán, a Scarlett le llovió fuego hace unos años por protagonizar la abismalmente terrible adaptación americana de Ghost in the Shell, basada en animación japonesa. No se trató más que de otro caso de whitewashing, tremendamente común en Hollywood. Están muy acostumbrados a apropiarse de las historias de otras culturas, revestirlas para los suyos y cerrarle la puerta a intérpretes de esos mismos orígenes.

Un poco después, la actriz dejó el rol protagónico de Rub & Tug, en donde interpretaría a un hombre transgénero. De nuevo: no es nada fuera de lo común para Hollywood rechazar ampliamente a minorías sexuales y de género a la vez que se apropian de sus historias y se celebran a sí mismos por ser falsamente inclusivos.

A Johansson le cayó mal eso. Cree que en un mundo ideal, todos deberían poder interpretar a quien quieran y que el arte no debe ser víctima de corrección política.

Pues estoy de acuerdo con ella. El problema es que no vivimos en un mundo ideal. La industria hollywoodense favorece rotundamente a intérpretes blancos, cisgénero y heterosexuales para contar las historias de las mismas minorías a las que ignoran. Esa es la cosa, Scarlett: tú ya puedes interpretar a quien quieras. Los productores te tiran roles. Y si los grupos de cuyos problemas te apropias -que son ellos mismos los que no tienen la oportunidad de interpretar a quien quieren- te dicen que les molesta esta desigual dinámica, pues tienen razón.

La corrección política es la tendencia a reafirmar e imponer los modos hegemónicos de la cultura dominante. Y, en las políticas de identidad que dominan la industria de las artes cinematográficas americanas, esa hegemonía es el privilegiar a los intérpretes como Scarlett Johansson por encima de los que su realidad explotan para rodearse de estatuillas.

Scarlett, cuando te dicen que no deberías interpretar estos roles, no estás siendo víctima de corrección política. Es todo lo contrario. Están criticando la corrección política que dice que una mujer de color o un hombre trans no puede protagonizar una película, pero que tú sí.

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