Arzobispo hace un llamado a renovarse en inicio de la cuaresma

Monseñor Gustavo Rodríguez Vega señala que la pandemia es un llamado a cambiar, a renovar la fe y aprender de las lecciones

“El inicio de la Cuaresma es un llamado a la conversión, a renovar la fe, la esperanza y la caridad, sobre todo en estos tiempos de pandemia por COVID-19”, manifestó el arzobispo de Yucatán, Gustavo Rodríguez Vega, durante la homilía de Miércoles de Ceniza.

Monseñor reconoció que esta crisis sanitaria ha sido un fuerte llamado para renovarse y cambiar, no ser los mismos, sino aprender de las lecciones que ha dejado esta contingencia sanitaria.

“El ayuno, la oración, y la limosna, tal como los presenta Jesús en su predicación, son las condiciones y la expresión de nuestra conversión”, expresó.

El líder de la Iglesia indicó que la fe llama a acoger la verdad, la esperanza les permite continuar su camino, y la caridad vivida tras las huellas de Cristo muestra atención y compasión por cada persona.

“Nos viene muy bien el hecho de no haber tenido carnaval este año, junto todo lo que hemos vivido, para promover en nuestro interior esta conversión profunda y sincera”, subrayó.

En ese sentido, Rodríguez Vega invitó a la población a no exagerar el superfluo de algunas diversiones que les llaman la atención y que creen que son vitales, pues este año no hubo carnaval y la vida no se detuvo. “Hay que darle importancia a lo que realmente lo merece, como es la salud de los médicos y personal de enfermería, que son los que están haciendo frente a la crisis actual”, afirmó.

También destacó que este camino de arrepentimiento lo deben encabezar los sacerdotes, e interceder por todo el pueblo de Dios, ya que a los presbíteros también les duelen los pecados de la humanidad, y de los miembros de la iglesia en particular.

Además, reiteró que las prácticas de la Cuaresma, como el ayuno, la limosna y la oración, son totalmente para Dios, no para quedar bien con nadie, ya que no hay nada peor que una religiosidad totalmente falsa, ya que no se practica por el amor que se le tiene al creador, sino por el que se tiene a uno mismo.

“¿Cuántas personas durante este año de pandemia han ayudado a los necesitados? Que tu mano izquierda no sepa lo que hace la derecha; a esas personas se les puede olvidar lo que les han dado, pero Dios nunca lo olvidará”, aseveró.

Por último, reveló que más allá de las misas y rosarios a los que muchas personas han asistido, lo que realmente importa es la oración que se hace de manera personal “cuando se pide por uno mismo, por la familia, por un enfermo, incluso por los trabajadores de la salud, quienes están haciendo frente a la crisis sanitaria, eso es lo que realmente importa”, mencionó.

Texto y foto: Georgina Bacelis

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