Apagón cerebral

Por Armando Escalante

La interrupción de la electricidad en la Península por causas aún no muy creíbles, nos demostró que vulnerable es la CFE que por una quema de maleza o de caña se puede dejar sin electricidad a millones de personas en 3 estados, paralizar labores en miles de hogares y fábricas, el funcionamiento de negocios y tiendas y arriesgar a pacientes de clínicas y hospitales. Evidenció que ni las autoridades de ningún tipo ni los gobiernos tienen un “plan B” y que estamos en graves problemas de repetirse.

Al caerse la electricidad, nos quedamos sin bombeo de agua, pero esta vez se cayeron en casi todos lados, las redes de internet: estuvimos sin whatsapp, sin facebook, ni twitter y demás plataformas porque en las células no hay baterías de respaldo; de inmediato colapsaron cajeros, gasolineras, elevadores, semáforos y un sinfín de servicios 100% dependientes de la energía eléctrica. Nadie parece tener plantas de emergencia y nadie, tampoco, parece interesado en prever que esto volverá a pasar, dejándonos vulnerables a todos los ciudadanos. Ojalá hubiera alguien en el gobierno, un cerebro inteligente, que lidere un plan para afrontar una crisis de este tipo.

En otro tema, hablando de inteligencia, no me imagino al gobierno de Yucatán metido en un malentendido político por la “brillante ocurrencia” de promocionar una película en redes sociales —pagadas con nuestros impuestos—, sobre todo cuando se trata de un éxito taquillero que no requiere mayor publicidad. Me refiero al uso muy delicado que le están dando a las cuentas de redes del Cine Siglo XXI donde se le olvida al titular de Cultur que por menos se han registrado graves conflictos que le costaron el trabajo a funcionarios de mayor rango.

Arriesgarse a un llamado a cuentas por estar ligando el consumo de bebidas alcoholicas desde la cuenta oficial mantenida —repito—, con el dinero de los impuestos, en una “promoción cruzada” con un bar, es cuando menos carente de inteligencia. Si no se tratara de un entidad de gobierno, nadie cuestionaría nada.

Ponerse a juguetear en una red de gobierno, con una cantina y con un motel, por más simpático que le parezca a los que festejaron orgullosos la “promoción cruzada”, pudo costarle la chamba a quienes están por encima del nivel operativo de esas redes, de haberse suscitado un problema como por ejemplo, que desde otro Poder o institución le llamen la atención al Ejecutivo por este tipo de publicaciones de fomento al alcohol. No pasó… porque los dejaron vivir.

El gobierno de Yucatán no se puede arriesgar a jueguitos en las redes sociales porque en primer lugar, promover indirectamente cervezas y moteles no es la función social del director de Cultur, y menos del Poder Ejecutivo. Una vez más el arriesgado trabajo de una sola persona deja en el filo de la navaja a otros funcionarios y exhibe a todo un gobierno.

 

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