34 años de fervor guadalupano

Como Juan Pech, quien desde hace más de tres décadas realiza una peregrinación, miles de mexicanos viajan cientos de kilómetros por una promesa hecha a la Morenita del Tepeyac

Juan Pecj es de Hocabá y desde hace 34 años ha viajado kilómetros para cumplir una promesa que le hizo a la Virgen de Guadalupe, por la salud de su prima Gretel, quien estuvo en coma por un tumor en la cabeza y hoy se encuentra estable. La fe y devoción hicieron otro milagro.

“Y el próximo año, si Dios no dispone de otra cosa, aquí estaremos”, señaló a su llegada a la Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe, ubicada en el barrio de San Cristóbal, que a diario recibe a cientos de peregrinos.

Salió de su casa el 19 de noviembre rumbo a San Juan de los Lagos, Jalisco, y a bordo de su bicicleta recorrió mil 831 kilómetros.

Aunque reconoció que es un viaje peligroso, no tuvo ningún percance. La fuerza que lo motivó fue su prima y su mamá, a quienes lleva pegadas a su cuerpo. Sí, su camisa tiene escrito el nombre de su prima y la palabra “mamá”, quien, a pesar de ya no estar en este mundo, siempre lo acompaña.

Explicó para Punto Medio que cada año prepara a su familia para este viaje, ya que va solo y por varias semanas.

“Llevo haciéndolo 34 años, ni un año he fallado. Y el próximo año, si dios no dispone de otra cosa aquí estaremos”, dijo.

Al cuestionarle sobre su promesa, Juan se quebró. Toda la fuerza que había acumulado se desvaneció por un segundo al recordar el motivo por el que hoy recorre kilómetros.

–Mi prima estaba en coma y por eso lo prometí a la virgen. Ahorita está en sus quimioterapias, ella se llama Gretel, y ya está estable. Esa fue la promesa. Eso es lo que me mueve –explicó.

Fueron 20 días de viaje, donde Dios y una imagen de la Morenita del Tepeyac fueron su protección.

Así como él, hay miles de personas que viajan por una promesa. Tal es el caso de Alfredo, un joven de 27 años que llegó desde Bacalar, Quintana Roo, acompañado de Carlos, Bryan de Jesús y Gerardo, de 20, 18 y 23 años respectivamente.

“Las promesas son diferentes, cada quien trae una. Es algo difícil, cansado y también, representa un gasto económico”, comentó.

Su preparación inicia desde meses atrás comprando el equipo, como: luces, burbujas, virgen, equipo de sonido y elevadores de corriente.

Estos son algunos de los casos que la parroquia recibe día a día en el marco del 487 aniversario de la aparición de la Virgen de Guadalupe.

Texto y fotos: Jesús Gómez

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