Golpe de realidad, accidente de fútbol o una derrota que llega a tiempo. Lo cierto es que la ilusión y el proyecto que Gerardo Martino iba construyendo con el paso de los meses ayer encontró un freno en seco con un 0-4 que deja muchas incógnitas para el futuro.
Tras el inicio del proceso ante Chile, Argentina se colocó como el sinodal más exigente para el Tri y el resultado fue un desastre.
El comienzo fue ilusionante, pero fueron 15 minutos fugaces.
Llegó el minuto 16, el golazo de Lautaro Martínez y el ‘baile’ a la defensa del Tri. El delantero del Inter de Milán tomó la pelota, se quitó a Edson, Araujo y Salcedo para luego definir sobre la salida de Memo Ochoa y así abrir el marcador en San Antonio.
Apenas habían pasado seis minutos, el primer golpe tenía sacudido al Tri y cayó el segundo en un gran trazo, Ezequiel Palacios para Martínez, quien le ganó la espalda a Salcedo y Araujo para volver a definir solo ante Ochoa.
El desastre no paró ahí y llegó la contribución de Salcedo. Un trazo largo que no llevaba mayor peligro fue rematado casi sobre la línea por Lautaro, el balón le pegó en la mano al zaguero de Tigres y el árbitro no dudo en marcar penal.
Leandro Paredes disparó desde los 11 pasos y aunque Ochoa alcanzó a rasguñar, el balón terminó yéndose al fondo de las redes para el 0-3, aún momentáneo en el primer tiempo.
Entonces vino la hecatombe con un feo error de Néstor Araujo. El zaguero del Celta de Vigo regaló la pelota a Lautaro para que montara un show espectacular, el tercero en su cuenta y el cuarto de argentina para confirmar, si no el peor, sí uno de los peores primeros tiempos en la historia del Tri.
Así acabó la peor noche de la selección en la era Martino.
Texto y foto: Agencias
