Arzobispo llama a seminaristas a renunciar a falsos líderes

En la celebración del Buen Pastor y para concluir la Semana del Seminario, el Arzobispo de Yucatán, Gustavo Rodríguez Vega llamó a los jóvenes seminaristas y sacerdotes a no hacer una “carrera eclesiástica”, sino a nutrirse siempre del amor de Dios,  y no olvidar sus raíces en el pueblo sencillo, y a que se sientan santamente orgullosos de sus familias aunque sean pobres.

En la homilía de ayer, el cuarto domingo de Pascua dedicado al Buen Pastor, el prelado yucateco mandó un mensaje a los jóvenes seminaristas y sacerdotes, y los llamó a llevar una vida orgullosa de su fe y su apostolado en el mensaje de Dios.

Rodríguez Vega señaló que el seminarista debe de tener “olor a oveja”, olvidarse de hacer una carrera eclesiástica y renunciar a falsos líderes, ya que el sacerdocio es un camino de verdadera felicidad, plena realización y servicio a los demás.

“En nuestras vidas encontramos todo tipo de pastores, en ocasiones personas que nos entusiasman, pero que terminan por decepcionarnos, desilusionarnos o dejarnos aún más hambrientos de amor”, expuso el líder religioso.

El amor, sostuvo el Arzobispo de Yucatán, es alimento, ciertamente no nos lo da el dinero ni el conocimiento ni la posición social. Sólo el amor nos da lo que realmente necesitamos, ya sea el amor de nuestros padres, amor de nuestros hermanos, amor de la pareja, amor de los hijos o amor de los amigos. Estos amores suelen ser maravillosos aunque muchas veces nos fallan de mil maneras y pueden producirnos un terrible sufrimiento.

Rodríguez Vega cuestionó las insatisfacciones que producen las banalidades, como las compras compulsivas, comida, alcohol, cigarros, drogas, pornografía, sexo sin amor y otros vicios, que muchas veces nos dejan más y más vacíos emocionalmente, incluso hasta físicamente enfermos.

–Sólo el amor misericordioso y tierno, leal y fiel de Dios, puede compensarnos ante los fracasos de todo tipo. Por supuesto que ayudar a los necesitados nos hará sentir bien, pero aún esto nos puede cansar o hastiar cuando no nos fortalece el amor de Dios y cuando no descubrimos el rostro del Señor en el necesitado. Lo más extraordinario del amor de Dios es que es gratuito, sólo tenemos que aceptarlo y dejarnos amar por Él – sostuvo.

–Hay algunos que piensan en Jesús sólo como en un gran líder, pero para que un líder se convierta en pastor tiene que aceptarse como cordero, de lo contrario seguirá siendo sólo una persona que trata de estar al frente de los demás, queriendo mantenerse siempre arriba de los otros. El mundo ya está harto de esos liderazgos. ¡Cuántos líderes que arrastraron tras de sí a las multitudes, han terminado por ser dictadores de su pueblo, del que se sirven permanentemente contradiciendo el gran ideal democrático!–fustigó el Arzobispo de Yucatán.

En su mensaje Monseñor Rodríguez Vega se dirigió a todas las madrecitas y las felicitó por su día, a celebrarse el miércoles.

–Anticipadamente las felicito. Todos los sacerdotes en Yucatán ese día ofreceremos la santa Eucaristía pidiendo el cielo para nuestras madres difuntas, y salud de alma y cuerpo para todas las mamás que aún viven entre nosotros– dijo.

–Ustedes mamás, abuelitas o “chichís” como dice nuestro pueblo maya, no buscan ninguna recompensa cuando atienden y cuidan a sus hijos y nietos, pero aunque no la busquen, su premio será grande en el cielo. Ojalá que en esta tierra encuentren el reconocimiento de sus esposos y sus hijos; y además de eso, llénense del amor de Dios, amor tierno, leal y fiel para la eternidad. ¡Felicidades, mamás!–dijo.- José Cortazar Navarrete

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.