Por Santiago Pell
El pasado 29 de septiembre finalizaron dos torneos del continente asiático que pertenecen al calibre ATP 250. Sobresaliendo, recién añadido en 2016 al ATP World Tour, el Chengdu Open.
Dicho certamen lleva cuatro años sustituyendo al Proton Malaysian Open. En esta campaña el trofeo chino se lo llevó el español, ahora ranking 39, Pablo Carreno; quien venció en tres sets al kazajo Aleksandr Búblik. El marcador finalizó 6-7, 6-4 y 7-6.
A la par del torneo comentado, se llevó a cabo el Abierto de Zhuhai, donde quiero sobresaltar la participación del australiano Álex de Miñaur, quien punto y aparte de haber terminado como campeón, tuvo una actuación maravillosa en el “camino” a la corona. La potencia de sus saques (usualmente a la T), sus asertivos drives y su técnica de revés educada al momento de colocar la bola de manera profunda, hicieron que De Miñaur lograra la cima en China al sobrepasar a Adrian Mannarino en dos sets (7-6 y 6-4); lo que pone a Álex hoy por hoy, en el lugar 25 de la tabla ATP.
Cambiando el calibre de los torneos, más no de tema, tenemos dos certámenes ATP 500.
El primero es el China Open que se lleva a cabo en Beijing. El campeón actual es Nikoloz Basilashvili, quien venció en la final de 2018 al muy extrañado por todos los fanáticos del tenis, Juan Martín Del Potro; de misma forma, el nacido en Georgia está participando en esta nueva edición del torneo y busca continuar como jugador a vencer para el 2020; sin embargo, oponentes fuertísimos como D. Thiem y el regresado a las canchas, Andy Murrray, le pondrán difícil la tarea de volverse a coronar.
El segundo torneo es el Rakuten Japan Open Tennis Championships. El año pasado fue Daniil Medvedev, quien ganó la final contra el japonés Kei Nishikori. No obstante, podría decir que Novak Djokovic es el favorito a ganar este certamen, ya que viene de ganar varias competencias este año de alto calibre, entre las que sobresalen el Australia Open y Wimbledon.
Ambos torneos comentados con anterioridad, son la base o la preparación para que los mejores jugadores del circuito masculino se acostumbren a las canchas duras del continente asiático y puedan llegar en las mejores condiciones al Rolex Shanghai Masters.
