Hace unos años, una casa residencial en Yucatán costaba alrededor de 1 millón 900 mil pesos y ahora el mismo tipo de vivienda vale 2 millones 700 pesos, señaló Gabriela Chavarría Román, presidenta de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (Ampi), quien agregó que lo anterior, a su parecer, demuestra el avance que ha tenido el estado en materia inmobiliaria.
Durante la promoción del Cuarto Foro Inmobiliario, a celebrarse los días 18 y 19 de marzo en modalidad virtual, la titular de la Ampi señaló que la vivienda en Yucatán ha tenido un desarrollo considerable en los últimos años, lo que queda demostrado con el incremento de precios de los inmuebles en diferentes zonas del estado.
Además, el año pasado se vendieron alrededor 4 mil 700 viviendas de las casi 9 mil 600 que estaban en oferta, lo que representa prácticamente un 49% de las viviendas en posición de ser adquiridas por un comprador privado. Según la entrevistada, esta cantidad demuestra que el mercado inmobiliario todavía persiste, a pesar de la pandemia.
Por otro lado, agregó como reflexión que Mérida es una de las primeras opciones para vivir, debido a los altos índices de seguridad, lo cual conlleva un costo porque también es una de las 12 ciudades más caras para adquirir una vivienda, los mismo para las empresas inmobiliarias que quieran construir aquí.
Y es que, agregó la presidenta: “Yucatán no es un estado light para cumplir procesos”, pues realizar las licitaciones y obtener los permisos de construcción, los títulos de propiedad o realizar la compra-venta o renta de terreros requieren procedimientos muy tardados y bastante estrictos para con las autoridades necesarias, ya sea de nivel municipal o estatal.
Texto y foto: Diego Cervantes
