Tras el alza a las tarifas del transporte público que entraron en vigor el pasado mes, los dueños de las combis del Frente Único de Trabajadores del Volante (FUTV) exigen, a partir de este mes, de 200 a 300 pesos extras a los operadores.
El alza de la tarifa que deben entregar los choferes, aunado al incremento de los precios de la gasolina, ponen al gremio “entre la espada y la pared”, por lo que muchos empiezan a plantearse la posibilidad de dedicarse a otra actividad.
Aunque el aumento de un peso a la tarifa del pasaje pudo representar una bocanada de oxígeno para los conductores, ante el encarecimiento constante del precio de los combustibles, la ganancia adicional será absorbida por los dueños de las unidades y los costos crecientes por los choferes.
Pedro May, operador de transporte público, comentó que los trabajadores del volante se sienten “entre la espada y la pared”, y se ha iniciado una suma de voluntades para confrontar a los líderes sindicales en la próxima asamblea de socios.
La decisión de elevar la tarifa es considerada por los choferes como arbitraria y poco oportuna, por lo que plantearán al interior del FUTV dejar el esquema de tarifas y retomar el anterior esquema de porcentajes, es decir, dividir proporcionalmente la ganancia entre chófer y dueño, sin la exigencia de cuotas fijas.
Por otra parte, señaló que hay choferes que empiezan a plantearse la posibilidad de abandonar el volante y buscar otro trabajo para subsistir. Además del extenso tiempo que demanda la actividad del volante, las ganancias de los operadores han decrecido, pero el precio de los productos básico va al alza, lo que vuelve poco redituable el oficio.
– José Villegas
