Aunque el árbol no sea el más bonito, es tuyo

“Aunque el camino será exageradamente difícil, que todos los días te vas a levantar diciendo si en realidad quieres seguir haciéndolo, es necesario sembrar, sembrar, regar y regar, para tener el árbol más grande, que, aunque no sea el más bonito, sabes que es tuyo y que no estás regando el de otra persona”, declaró Javier Río Echeverría, impulsor de Café del Día.

A sus 29 años de edad, Javier es un joven que vio en la comunicación el camino para emprender, pues asegura que sin esta actividad el ser humano no puede comunicarse, ni existiría. “Todo lo que es nuestra vida es con base a la comunicación”, resaltó.

“Existen agencias en la parte audiovisual, la producción, animación, fotografía e incluso redes sociales y páginas de Internet, pero la visión de Café del Día es tener una empresa y una agencia multidisciplinaria”, expuso.

“Somos un startup que inició hace unos meses, con una idea muy humana, con valores, alma, queremos hacer una empresa que no se dedique a pensar en dinero. La visión de la empresa nace hace siete años. Comienzo a trabajar para coordinar prensa.

—¿Por qué Café del Día?

—Es lo que a veces necesitas para despertar, es un poco de ese guiño millennial de que necesito mi café para trabajar, para rendir más, y eso es lo que nosotros intentamos. Pueden haber empresas que están subsistiendo y que necesitan ese empuje hacia arriba y hacemos un poco el guiño porque muchas empresas son manejadas por gente millennial, entonces, intentamos hacer este hincapié de que nosotros le echamos la mano.

—¿Fue difícil?

—En sí todo trabajo creativo es complicado, porque las cosas que no son palpables es muy difícil venderlas y la única forma de hacerlo es con números. Nos encontramos en este punto en el que la gente piensa mucho en hacer diseños y vender más por dinero.

—Si pudieras regresar tiempo atrás, ¿qué no harías?

—Soy fiel creyente que las cosas pasan por algún motivo siempre y si tuviera la oportunidad de regresar no cambiaría nada. Porque creo que cada cosas está en el momento. La experiencia que hoy se tiene por el equipo de trabajo, no podría cambiar, no debería.

—Si tener un producto físico es difícil de vender, ¿en tu caso cómo ha sido este proceso?

—Tengo muchos años vendiendo cosas que no existen. Empecé a trabajar desde muy chavo vendiendo desde un café, una televisión, una corbata… comencé a integrarme al campo profesional de la comunicación y aprendí a vender cosas que no son palpables.

El hecho de crear experiencias, así como puede ser una marca, básicamente mi trabajo es vender un producto.

Tu empresa viene a abrir un nuevo enfoque de hacer negocios

—Independientemente de las experiencias, se debe apostar al trabajo bien hecho, a la perfección, al cuidado de cada una de las cosas que hacemos, de las estrategias que planteamos.

¿Cómo se ven en dos años?

—Nos vemos con una nómina muy grande, definitivamente queremos tener una oficina. No buscamos tener una oficina grande, buscamos el sentido de trascendencia, al final no nos molestaría estar trabajando en un café. Nos vemos trabajando en la Ciudad de México, con clientes de todos estados, países, de Estados Unidos.

Texto y fotos: Jesús Gómez

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