Auténticas bombas de tiempo

El problema de los malos manejos de los residuos sólidos y desorden de los basureros en los municipios conurbados ya es un tema que preocupa a diversos sectores de la capital del estado, con ejemplos como el de Kanasín y Umán, que operan en completa irregularidad.

De acuerdo con reportes de habitantes de comunidades como Umán, el servicio de recolección de basura es de muy mala calidad. En este municipio, el alcalde Freddy Ruz Guzmán pactó con Cemex un plan de manejo de residuos, según información obtenida mediante reportes enviados directamente a Punto Medio por habitantes de la comunidad.

Con ese pretexto sacó a Sirbe, una empresa ilegal recolectora de basura, a la que le pidió 100 mil pesos para otorgarle concesión, pero fue el pretexto para “sacarla de la jugada” y dejar entrar a Cemex con su propuesta de manejo de residuos.

“Esta empresa se ve doblemente beneficiada, porque en un espacio concesionado en el actual basurero, lo que consta en una sesión de cabildo de febrero pasado, la empresa Cemex obtiene un lugar gratuito, le llevan la basura a costa de impuestos de umanenses, y ellos la procesarán para construir losetas de material reciclado que es tendencia en construcción, por lo que le ganan en venta. Es negocio por todos lados”, señalan en un correo vecinos de la zona.

Sin embargo, esto se convierte en un mal menor si se revisa el impacto negativo a la salud que se está filtrando al subsuelo, en un anillo contaminante que rodea la ciudad de Mérida, y que terminará por alcanzar a la capital yucateca.
De acuerdo con el químico Humberto Reyes Montiel, representante de la organización Ciudadanos Hartos Asociación Civil, existen varios factores de riesgo que representan ya un problema serio de salud provenientes desde los municipios conurbados, el fecalismo, los pesticidas como agentes cancerígenos y los desperdicios de los basureros.

-Dependencias como Japay extraen el agua, perforan en la ciudad a 45 metros de profundidad, porque a 40, con el uso de los pesticidas, se considera que el agua que está por encima de estos 40 metros está ya contaminada. Pero esto en los municipios no es así, en esas comunidades simplemente se perfora a cualquier profundidad -dijo Reyes Montiel, haciendo referencia a que en los pueblos pueden llegar a sacar agua a menores profundidades, la cual ya trae partículas organocloradas cancerígenas.

Además, hay un mal manejo de los residuos; los municipios alrededor de la capital simplemente no cuentan con un sistema adecuado de manejo. Esto no les interesa a los alcaldes, dijo el químico, ya que solo están de paso.

-Se han realizado estudios por académicos de instituciones como la Universidad Autónoma de Yucatán, presentados ante la Organización Mundial de la Salud, de la Organización de las Naciones Unidas, en donde se ha encontrado que en las comunidades y municipios hay padecimientos como cánceres cervicouterinos, y otros tipos. A los alcaldes esto no les interesa, sabemos que están de paso y solo buscan aspirar a su siguiente cargo -destacó el representante de CHAC.

Respecto a los riesgos contaminantes que representan los municipios conurbados y su mal manejo de la basura, el arquitecto Antonio Peniche Gallareta indicó que en los municipios como es el caso de Umán y Kanasín no hay un sistema de manejo de residuos sólidos, lo que es urgente atender. Pero requiere que se les ayude “pues no hay voluntad política” y cuando la hay es muy tardada.

Asimismo, otros especialistas coincidieron en que estos basureros municipales son una bomba de tiempo, porque operan sin el mínimo estándar de conocimiento de manejo de los residuos, como es el caso de Umán. Hay esfuerzos de los ayuntamientos, pero son ideas, no existe un plan o que los munícipes se hayan acercado a los especialistas para ver cómo debe ser este manejo.

En cuanto a la contaminación del suelo y agua, anteriormente Reyes Montiel había explicado que los índices de empleo de pesticidas en las tierras yucatecas terminarán por convertirse en un serio problema de salud en los próximos años para los yucatecos.

-Si hacemos una rápida revisión sobre el uso de pesticidas a nivel mundial, podemos observar que la gran mayoría están regulados en el uso para el suelo. Se prohíben la mayoría para el campo, y se permiten dos o tres. En Yucatán, el tema es a la inversa, se emplean cientos de ellos, y se prohíben solo un par de ellos -mencionó Reyes Montiel.

También aseguró que por el momento no existe una política definida para hacer frente a lo que define como un “desastre ambiental”, que se avecina para los próximos tres o cinco años en la entidad.

-Estamos hablando de la reaparición de males que antes se estimaban erradicados, así como el incremento en el número de casos de otras enfermedades crónicas, e incluso el cáncer podría ser más frecuente en la población en los próximos años -expresó.

El integrante de la agrupación resaltó que apenas un dos por ciento de las aguas residuales que retornan al manto acuífero en Yucatán registran un tratamiento para nuevo consumo.

Finalmente calificó como “catástrofe ambiental” lo que está por acontecer, al no haber interés por parte de las autoridades para que se saneen las aguas, en especial cuando Yucatán mantiene uno de los bancos de agua más importantes del país.

Texto: Redacción
Fotos:  Luis Payán

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