Autismo afecta a uno de cada 115 niños

En nuestro país el trastorno conocido como “espectro autista” (TEA) afecta a uno de cada 115 niños, en los que un tratamiento que sea aplicable desde 18 primeros meses de vida será esencial para un mejor desarrollo en su lenguaje y en la interacción social.

Los primeros dos años de vida son una etapa en la que se debe vigilar el buen avance neurológico a partir del desarrollo social, emocional, motor y del lenguaje, comunicó la UNAM.

De acuerdo con estudios de la fundación “Autism Speaks”, los pacientes afectados cuentan con genes hereditarios que producen la enfermedad, aunque también pueden relacionarse con infecciones congénitas como la rubéola, citomegalovirus y herpes.

El Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo se conmemora el 2 de abril, por lo que Patricia Guízar Sánchez, académica de la Facultad de Medicina (FM) de la Universidad Nacional Autónoma de México, explicó que este trastorno incluye variantes entre el autismo y el síndrome de Asperger y quienes los presentan pueden tener síntomas desde muy leves hasta severos.

“Lo ideal es hacer el diagnóstico antes de los tres años de vida. El mejor escenario es a los 18 meses para estimular el lenguaje, el desarrollo sicomotor y actividades de la vida diaria”, dijo la psiquiatra infantil.
En ocasiones el paciente no habla, presenta poca tolerancia al contacto con las personas, así como dificultad en el entendimiento en algunos términos de comunicación social o tienen un lenguaje muy elaborado para su edad.

Otras características se relaciona con rutinas repetitivas, pero esto no les impedirá acudir a la escuela, agregó la también maestra en Ciencias.
Dicha afección se presenta por una alteración en la formación del cerebro que se desarrolla en el bebé estando en el útero de su madre.
Para detectar si un niño tiene TEA, se debe estar atento a si después de los tres meses no fijan la mirada, no voltean hacia donde hay ruido o no responden a juegos como sonreír a sus padres cuando se acercan o alejan.

La también coordinadora de Investigación Educativa de las Especialidades Médicas, en la Unidad de Posgrado de la UNAM, advirtió que otro punto importante a tomar en cuenta es el lenguaje, sobretodo si a los 24 meses aún no piden agua, leche o dicen mamá.

La experta de la Máxima Casa de Estudios advierte que los casos de TEA se atienden tomando en cuenta su sintomatología, además que en algunas ocasiones se pueden usar algunos medicamentos.

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