El 2019 es un año clave en la generación del gas natural para el suministro de energía alterna en la Península de Yucatán, con miras a disminuir los altos costos en hogares y empresas del consumo de insumos como la energía eléctrica.
En junio pasado se fijó entre la iniciativa privada y los gobiernos federal y estatal el suministro compartido de poco más de mil 750 millones de pesos para invertir en sistemas de gasoductos, que harán efectivo el arribo del gas natural a la entidad, incrementando la producción actual.
De acuerdo con el dirigente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación, Juan Manuel Ponce Díaz, los primeros meses de 2019, la producción y suministro del gas natural que estaría recibiendo Yucatán oscilaría en los 350 mil millones de pies cúbicos diarios, 270 mil millones más de lo que actualmente se percibe en la entidad.
Cifras del sector muestran un área de oportunidad relevante si se observa que la entidad recibe 80 mil millones de pies cúbicos del gas natural, cuando la demanda actual es de 355, en donde incluso, están considerados los 250 que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) requiere de este energético.
Durante los primeros meses de 2019, la producción y suministro del gas natural que estaría recibiendo Yucatán oscilaría en los 350 mil millones de pies cúbicos diarios, 270 mil millones más de lo que actualmente se percibe en la entidad.
La cifra alcanzaría los 550 mil millones en tres años, como refiere el sector industrial, y esto representará un incremento anual de captación de la molécula no contaminante de poco más de 66 mil millones de pies cúbicos anuales hasta el 2022.
Hoy día, la infraestructura de gasoductos se encuentra enfocada principalmente a satisfacer las necesidades de demanda del centro del país, cuando el Sureste y en este plano, la Península de Yucatán, incrementan su demanda de energéticos a gran velocidad.
Tal situación amerita una reorganización de la infraestructura que suministra el gas natural al país, partiendo de dos abastecedores principales, Engie con sus gasoductos de Mayakán que hoy transfiere la producción directamente de lo que genera Petróleos de México (Pemex).
Texto: Iván Duarte
Foto: Cortesía
