PROGRESO.- El muelle de Progreso, conocido como el muelle fiscal, así como el nuevo muelle que hace un par de años fue inaugurado, son dos construcciones impresionantes que conectan el puerto de altura con Progreso. Sin embargo, los bajos de estas construcciones que se asientan en la zona del remate del malecón son un espacio conflictiva que se han convertido en nidos de borrachos.
Estos arcos sirven de refugio y punto de reunión para varias personas que abusan del alcohol, lo cual genera problemáticas ya que arrojan basura además de que orinan y hasta defecan en el sitio ocasionando contaminación.
Por otro lado, dicha zona también ha sido vandalizada, ya que se han pintado grafitis en los bajos de los arcos. Las acciones antes mencionadas son mal vistas tanto por las personas locales como por los turistas.
Cabe mencionar que el lugar se torna más riesgoso por las tardes y noches, puesto que la gente que camina por la zona del andador turístico se siente incomodada e incluso a veces hasta amenazada por las personas que en dichos arcos se reúnen.
Si bien algunas de estas personas no tienen un hogar, y podrían recibir apoyos del gobierno, hay varios otros que usan el sitio solo para emborracharse, los llamados “teporochos”.
Este problema lleva muchos años en Progreso; sin embargo, con las últimas remodelaciones y la mayor afluencia de personas que visita el puerto, se torna más pertinente y necesaria la intervención de las autoridades para resguardar el lugar y evitar que se vandalice y contamine.
Texto y foto: David Correa
