Bancarrota: sentir y estar

Eduardo Ancona

eduardoanconab@hotmail.com.

Una vez más la agenda nacional estuvo dominada por una declaración dominguera de Andrés Manuel López Obrador. En una entrevista “banquetera” -cuando la prensa aborda a una persona a la salida de un evento-, el tabasqueño soltó, sin más, que el país estaba en bancarrota. En adelante, periódicos, programas de radio, televisión, comentaristas, columnistas y hasta el Sectario de Hacienda salieron, unos, a explicar con datos técnicos inextensibles para el 98% de la población porqué lo que dijo el Presidente electo es incorrecto, y otros, empecinados en entender la metadeclaración de AMLO, interpretar y reinterpretar lo que el presidente quiso decir.

La realidad es que lo que quiso decir fue lo que dijo, sino no lo hubiera hecho. AMLO no es ningún improvisado, más bien es uno de los políticos más experimentados de México, por lo cual creo que vale la pena especular un poco al respecto.

Esta no es una declaración para la tecnocracia. No lo dijo en Davos ni en un foro en Princeton. No buscaba al circulo rojo, su sentir ha perdido importancia, las palabras iban dirigidas al multicitado mexicano de a pie (ustedes disculpen el lugar común). Esto con dos objetivos. Primero, moderar las expectativas. No es lo mismo ser borracho que cantinero, y administrar una cantina en donde todos gritan, el techo se está incendiando y dispones de recursos limitadísimos para satisfacer las amplias expectativas de los parroquianos, no es tarea sencilla. Deben comunicarse, aunque sea con hipérboles, las limitaciones que el nuevo gobierno enfrentará. Y segundo, si bien en el significado del concepto y en los datos macroeconómicos México sencillamente no está en bancarrota, quizás para muchas persona sí lo esté en los términos de lo que esto significa en el imaginario colectivo. Como dijo Salomón Chertorivski, a una persona que trabaja 8 horas en el sector formal, paga impuestos, está afiliado al IMSS y sencillamente no le alcanza para cubrir las necesidades de sus hijos, muy probablemente sienta que el país está en bancarrota. AMLO le hablaba a los que sienten -y con razón- a México en bancarrota, no a los que saben que no hay tal.
Y por otra parte, me parece ingenuo creer que esta fue una ocurrencia. Todo menos eso. Creo que AMLO tenía claros los objetivos de su declaración, y mientras le hacía un guiño a su base, nuevamente se apoderaba de la agenda y marcaba el ritmo de la discusión en todos los medios. Incluida, por lo menos hoy, esta columna.

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.