Con dos goles a cinco minutos del final, el cuadro culé forzó la prórroga para, después, acceder a la penúltima instancia de la Copa del Rey
El Barcelona jugó con fuego en Granada (3-5). En un partido loco, estuvo a punto de quemarse, perdía 2-0 en el minuto 88, pero se clasificó para las semifinales de la Copa del Rey.
Dos errores en la defensa blaugrana le bastaron al Granada para echar de la competencia al equipo más ganador del torneo. El primero finiquitado por el jugador brasileño, Robert Kenedy, y el segundo por el exatacante del Real Madrid, Roberto Soldado.
El gol del descuento para el conjunto culé, que presionaba en los últimos minutos sobre la portería local, donde estrellaron tres disparos, llegó al minuto 88 obra de Griezmann.
Cuatro minutos después, ya en el tiempo de compensación, una triangulación entre Messi, Antoine y Jordi Alba concluyó en el 2-2 gracias a un cabezazo del español, que mandó el juego al alargue, ante la sorpresa de todo el plantel local, que se quedó a minutos de lograr la hazaña ante el equipo más ganador en esta competencia.
No todo concluyó ahí, pues al minuto 100, una vez más volvió a aparecer el atacante francés dentro del área, y con un fuerte cabezazo le dio la vuelta al marcador, tras un centro exacto de la Pulga. El gusto duró poco, pues Federico Vico igualó 3-3 después de convertir una pena máxima al minuto 103.
Quedaban 15 minutos para los penaltis y el Granada se agarraba a ellos. Pero volvió a aparecer De Jong, como en Vallecas, para decidir. Aprovechó un rechace de Aarón para marcar desde cerca. Hasta aquí llegó el Granada. J
ordi Alba, de gran volea, marcó el quinto por si había dudas. Los de Koeman manejaron el partido a su antojo hasta que Sánchez Martínez pitó el final. Sufriendo como nunca, pero el Barça está en semifinales.
Texto y foto: Agencias
