Biden amplía su margen en voto popular

Para anular el liderazgo del demócrata, que ya acumula 290 delegados, el republicano tendría que demostrar fraude ante los tribunales y dar la vuelta a los resultados en múltiples estados clave

El presidente electo de EE.UU., Joe Biden, superó ayer los 5 millones de votos de ventaja sobre Donald Trump en las elecciones de la semana pasada, mientras el mandatario saliente trataba de deslegitimar su victoria y utilizaba como arma el poder del Gobierno federal.

Con 77.4 millones de papeletas a su favor frente a las 72.3 millones que acumula Trump, Biden amplió aún más su margen de victoria, que le convierte en el candidato presidencial más votado de la historia.

Esos sufragios también le convierten en presidente electo conforme al sistema del Colegio Electoral, según los pronósticos de los principales medios, que hicieron la proyección cuando quedó claro que Biden llevaba una ventaja insuperable en el número de estados suficiente para garantizarle la Presidencia.

RECUENTO

Trump, sin embargo, se ha negado a reconocer la derrota y ha denunciado sin pruebas un fraude electoral, con una estrategia legal que tiene pocas perspectivas de éxito, como reconocen en privado sus principales asesores.

El mandatario se anotó ayer los tres delegados de Alaska en el Colegio Electoral, lo que eleva a 217 la cifra de compromisarios que tiene garantizados según ese sistema, muy lejos de los 270 que se necesitan para ganar.

Para anular el liderazgo de Biden, que ya acumula 290 delegados, Trump tendría que demostrar fraude ante los tribunales y dar la vuelta a los resultados no solo en uno, sino en múltiples estados clave, algo extremadamente improbable.

Las autoridades del estado de Georgia, donde los medios aún no han proclamado un ganador pero Biden lleva una ventaja de apenas 14,000 sufragios, dieron el miércoles una pequeña buena noticia a Trump al anunciar que harán un recuento a mano de los más de 5 millones de votos emitidos en el territorio.

“Eso ayudará a construir confianza” en el resultado, afirmó el secretario de Estado de ese estado sureño, Brad Raffensperger, en una rueda de prensa.

Ese recuento a mano, que tendrá que completarse antes del 20 de noviembre, es un paso sin precedentes en la historia de Georgia, un estado tradicionalmente republicano, pero incluso si resultara en una poco probable victoria para Trump, aún le quedaría un largo trecho para llegar a los 270 delegados.

Una asesora legal de la campaña de Trump, Jenna Ellis, confió el miércoles en una entrevista con Fox Business en que las demandas puedan resolverse “a lo largo de las próximas dos semanas”, antes de que los estados clave tengan que certificar a un ganador de las elecciones.

TRUMP EMPUÑA EL PODER DEL GOBIERNO

Ante las ínfimas perspectivas de esa estrategia legal, Trump ha decidido utilizar también su poder en el Gobierno federal para dificultar la transición, diez semanas antes del previsto relevo que se producirá el 20 de enero.

El paso más alarmante para muchos lo dio Trump el martes, cuando continuó su purga del Pentágono después de haber despedido el lunes a su titular, Mark Esper, y pasó a colocar en la cúpula civil del Pentágono a tres de sus aliados.

La maniobra es un intento de marcar músculo en el Departamento de Defensa.

Texto e infografía: Efe

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