Bill Gates genio, filántropo y con polémica

Revolucionó la industria informática en los noventa y siendo una de las personas más ricas del mundo, decidió dedicar parte de su fortuna a la filantropía. Bill Gates cumplió 65 años

Con solo 31 años y con la salida a bolsa de Microsoft, la empresa que había fundado junto a Paul Allen en 1975, se convirtió en millonario. Con Windows 95 revolucionó la informática personal en 1995 y alcanzó cotas de fama y reconocimiento propias de una estrella de Hollywood, a pesar de su perfil discreto.

El cofundador de Microsoft es en la actualidad, veinte años después de abandonar el sillón de director ejecutivo de la compañía, seis tras dejar de ser su presidente y uno desde su desvinculación del consejo, uno de los filántropos más famosos del mundo. 

Recientemente, en medio de la pandemia de coronavirus, Gates se convirtió en el centro de teorías de la conspiración. El origen fue una charla TED en 2015, en la que hablaba de que la mayor amenaza para el ser humano no sería una guerra nuclear, sino una crisis sanitaria causada por una enfermedad infecciosa. Subían los casos de COVID-19 y subían las visitas al video de la intervención del multimillonario.

Algunos acusan a Gates de estar en el centro de un esquema liderado por las élites globales para enriquecerse con el mercado de las vacunas. Otros, de querer mermar parte de la población y de pretender controlarla con microchips.

“Nunca he tenido nada que ver con un microchip. Es difícil desmentir esto porque es tan estúpido y extraño… Repetirlo tantas veces casi parece que le otorga credibilidad”, afirmó Gates al respecto.

UN NIÑO MUY INTELIGENTE

William H. Gates III nació en Seattle, Washington, el 28 de octubre de 1955. “Él creció en Seattle con una maravillosa y comprensiva familia que alentó su interés por los ordenadores a una edad temprana”, se lee en la biografía presente en su blog personal, Gates Notes.

De acuerdo con el propio Gates, sus padres jugaron un papel fundamental, no solo en su educación, sino en su éxito empresarial.

Su madre, Mary Maxwell Gates, que murió a causa de un cáncer en 1994, era profesora, empresaria, ejecutiva y activista. Su padre, William Henry James, fallecido en septiembre de 2020, era abogado y filántropo.

“Mis hermanas, Kristi y Libby, y yo tenemos mucha suerte de haber sido criados por nuestros mamá y papá”, escribió Gates tras la muerte de su padre. “Nos animaron constantemente y siempre fueron pacientes con nosotros. Sabía que su amor y apoyo eran incondicionales, incluso cuando chocamos en mi adolescencia”.

Con 13 años, Gates ya manejaba código y escribió su primer programa de software. Estando en el instituto, ayudó a formar un equipo de programadores cuya labor era informatizar el sistema de nóminas. Fue en esa época cuando fundó Traf-O-Data, que vendía sistemas de conteo para tráfico a los municipios.

Era un niño muy inteligente, que se refugiaba en los libros y en las pantallas, pero también fue un adolescente complicado en algunos aspectos con el que sus padres tuvieron que lidiar.

Gates comenzó temprano a cuestionar si las reglas que marcaban sus progenitores eran lógicas y si, por lo tanto, debía seguirlas, lo que generó tensión entre ellos.

Gates ingresó en una de las universidades más prestigiosas del mundo, Harvard, en 1973. Cuando cursaba segundo año de Derecho, lo dejó. En ese momento, abandonó Boston y se unió a Paul Allen, su amigo de la infancia, para dedicarse a la programación y fundar Microsoft en Alburquerque, Nuevo México. Cuatro años después, la compañía se estableció en el Estado de Washington. 

EL CAMINO A LA FILANTROPÍA

Microsoft se convirtió en una empresa líder en el sector y Gates era el principal accionista. En marzo de 1986 la compañía salió a bolsa. Las acciones que vendió le reportaron 1.6 millones de dólares y las que retuvo, el 45%, alcanzaron un valor de 350 millones, según publicó la revista especializada Fortune. Lo primero que hizo tras la salida al parqué fue liquidar su hipoteca de 150,000 dólares.

A mediados de los noventa, cuando Windows dominaba en el mercado, Gates se fijó en algo que cambió la vida de millones de personas: la red.

El empresario orientó actividades de la compañía hacia el desarrollo de software para internet. Ya en ese momento sus seguidores admiraban su capacidad para los negocios, su inteligencia y su perspicacia. Sus detractores, sin embargo, lo describían como el creador de un monopolio.

En 1996, el Departamento de Justicia abrió una investigación por un supuesto incumplimiento por parte de la empresa de un acuerdo antimonopolio. En los dos años sucesivos el Departamento de Justicia y diferentes Estados denunciaron a la empresa por prácticas que ellos consideraban que podían constituir actos monopolísticos.

Tras idas y venidas, el juez dictaminó que Microsoft había violado la ley antimonopolio y estableció la división de la empresa en dos.

La compañía apeló y citó sesgo a favor de la acusación y la decisión del juez fue anulada, aunque se ratificó que había incurrido en prácticas monopolísticas. Finalmente, el caso se resolvió con diferentes acuerdos.

“Hubo algunos elementos de todo aquello que considero injustos, pero si tomas el alcance de mi vida, no soy alguien que esté en posición de quejarse de nada”, dijo Gates al Wall Street Journal al ser preguntado por el día que tuvo que testificar y el proceso.

Según dijo él mismo, todo aquello aceleró su transición hacia la siguiente fase, que era centrarse en su fundación.

La Bill & Melinda Gates Foundation fue establecida oficialmente en 2000 por el matrimonio Gates, casados desde 1994, aunque su origen era una organización creada ese mismo año con el nombre del padre de Gates.

En 2000, Gates dejó el puesto de director ejecutivo de Microsoft. En 2008, abandonó su trabajo diario en la compañía y en 2014 renunció a la presidencia, aunque permaneció en la junta y como asesor tecnológico. En este año presente,  2020, se desvinculó también del consejo.

A partir del cambio de siglo los Gates se fueron labrando una imagen pública de filántropos preocupados por erradicar enfermedades, por la educación, el cambio climático y la salud global, entre otros asuntos de desarrollo.

En 2006, Warren Buffet, amigo íntimo de los Gates, se comprometió a dar la mayor parte de su riqueza a la fundación.

En 2010, los Gates y Buffet lanzaron “The Giving Pledge”, un compromiso de las personas más ricas del mundo a seguir sus pasos y dedicar la mayor parte de sus fortunas a la filantropía.

Texto y fotos: EFE

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