El establecimiento, ubicado en la calle 60 por 49 del centro de Mérida, cuenta con los mejores granos procedentes de Chiapas, Oaxaca y Veracruz.
Para disfrutar de un aromático café de altura, elaborado a partir de los mejores granos procedentes de Chiapas, Oaxaca o Veracruz, no hay mejor opción que visitar “El Café Riqueza”.
Ubicado en la calle 60 por 49 del centro de Mérida, que desde hace algún tiempo se ha hecho merecedora a ser conocida como la “Esquina de los Aromas”, nos encontramos con este café, que a pesar de contar con un espacio reducido para las mesas, en verdad es un sitio muy agradable para relajarse degustando una taza de café, y qué mejor que con una grata compañía.
El propietario del lugar, que abre todos los días en horario de 8 a 18 horas, es el señor Germán Castañeda Martín, quien a lo largo de una década no solamente ha tomado numerosos cursos (inclusive a nivel internacional) para lograr un tostado óptimo del grano y preparar la aromática bebida con diversos métodos como el sifón japonés o la prensa francesa, sino que también se ha convertido en un experto sobre del origen y las características de los diferentes tipos de café.
En amena platica con el equipo de Peninsular Punto Medio, don Germán, quien es contador público de profesión, destaca que este negocio es muy noble, ya que en torno a una buena taza de café, se puede conversar y socializar, y si hay un poco de tiempo, inclusive es posible conocer más de la historia de este producto y sus variedades arábiga y la robusta, que aclara, en este último caso, su uso no es muy común en las tostadurías.
“De la arábiga hay más de 300 plantas entre las que se destacan la typica, o también criollo, que se caracteriza por tener un grano más grande y con un sabor más dulce y con mucho aroma, el cual llegó a Veracruz procedente de Cuba y la Borbón, que desde Guatemala se llevó a Chiapas, que es el estado que produce el 40 por ciento del café de México”, explica el entrevistado, quien respecto a la variedad borbon nos subraya que el grano es más pequeño pero muy balanceado, con un sabor un poco más amargo que el typica.
Y aunque en nuestro país hay 13 entidades en las que se produce café, como se mencionó antes, los mejores granos se producen en la zona de Yajalon y de la región del Soconusco en Chiapas, así como los de Coatepec, en Veracruz, pero además tiene reconocido prestigio el café de Oaxaca.
“Constantemente nos envían muy buen producto de fincas muy reconocidas que antes nos envían muestras para probar la calidad del grano, que de acuerdo a norma oficial mexicana del café, mientras que se cultive a mayor altura, es mejor, por supuesto sí esta bien seleccionado”, explica don Germán mientras compartimos una taza de café capuchino y un pan de naranja. Más adelante disfrutamos observando el proceso de elaboración de un café de especialidad en el sifón japonés, una cafetera de cristal con un decantador que utiliza un mechero para calentar el agua y con el vapor, mezclado con el café que se coloca en un depósito superior.
En el cuello de don Germán cuelga un cronómetro, que es su inseparable compañero, ya que es muy importante para cuidar del tiempo del tostado así como también para preparar las variedades de café en taza que se ofrecen a la clientela como el café americano, o el expreso, que tiene una medida oficial para la máquina, en la cual la infusión se prepara durante 20 o 30 segundos con nueve gramos de molido fino del grano, que nos darán 30 mililitros de la aromática bebida.
Otra de las especialidades de la casa es el café cortado con leche cremada, que es de los favoritos de los clientes de origen cubano y europeo, y para refrescarse en un clima tan caluroso como el de Mérida, también un café frappé con leche que es de lo más solicitado.
Así es que ahora que paulatinamente regresamos a la reactivación económica que permite abrir los fines de semana a este tipo de establecimientos, no se pierda la oportunidad de disfrutar de “El Café Riqueza”.
Texto y foto: Manuel Pool
