Calakmul: naturaleza e historia

Este destino ofrece nuevas experiencias para los visitantes, bajo los protocolos sanitarios que exige la nueva normalidad

En los últimos tiempos el nombre de Calakmul se ha vuelto cada vez más popular entre los viajeros. Algunos buscan su historia, la cual se ha ido reuniendo aun desde antes de la apertura al público en la década de los 90 de la zona arqueológica con el mismo nombre. Una historia que habla de un sitio cuya importancia lo llevó a ser el reino más influyente del clásico maya, enclavada en la selva.

Otros buscan el contacto con la vasta naturaleza en sus 723,000 hectáreas protegidas, que la convierten en la reserva de bosque tropical más grande de México con toda la riqueza que eso representa en flora y fauna, destacando aves y felinos.

Sin embargo, Calakmul es mucho más que eso. Este bello destino se ha ido preparando a los nuevos tiempos ofreciendo nuevas alternativas que complementen la experiencia de sus visitantes.

Es así como el turismo comunitario ha tomado mucha fuerza, ofreciendo visitas a sus talleres artesanales en 20 de Noviembre o Mancolona, recorridos en bicicleta por el bello poblado de madera de Zoh Laguna; y senderos para conocer sitios arqueológicos que aún se encuentran vírgenes bajo la selva o el impresionante volcán de murciélagos.

Todos ellos bajo los protocolos sanitarios que exige la nueva normalidad, los cuales las propias comunidades consideran de gran importancia para el cuidado del visitante y de ellos mismos.

El volcán de los murciélagos ofrece un espectáculo impresionante: entre las 5 y 6 de la tarde miles de estas especies salen de la cueva en gran número, formando vórtices, al mismo tiempo que se escucha el zumbido de sus aleteos.

Dichos estándares sanitarios han sido reconocidos por la World Travel and Tourism Council al otorgar el sello Safe Travels, lo cual brinda la confianza a los visitantes en cuanto a la seguridad sanitaria de los servicios recibidos.

En ese sentido, cabe mencionar que Calakmul representa una gran ventaja para el visitante, ya que sus grandes espacios abiertos en la naturaleza permiten realizar actividades sin grandes aglomeraciones de gente.

Para quienes deseen, se recomienda considerar por lo menos un par de días para disfrutar plenamente todas estas experiencias, que harán de su visita a Campeche algo inolvidable.

Texto y foto: Agencia

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