Castigos de risa en la liby

Esteban Cruz Obando
tebocruz@hotmail.com

El deporte yucateco ha dado mucho de qué hablar en los últimos días y no es precisamente por las porras que el Presidente Andrés Manuel López Obrador emitió ayer a las Academias Deportivas que ya puso en marcha el Gobierno del Estado, que presumió el gobernador Mauricio Vila durante el evento en la Inalámbrica.

El domingo pasado nos fuimos a dormir con la noticia de dos actos vandálicos, por decir lo menos, en dos campos de los deportes favoritos de los yucatecos: el béisbol y el fútbol.

En el caso de la bronca generada en Celestún, al finalizar un partido de la LIBY, cuyo presidente único y onmipresente es Diego Díaz, el castigo se dio al día siguiente, “congelando el campo municipal” de ese lugar por dos años.

En el caso de fútbol, los castigos a los campos de los equipos involucrados en la bronca, Cuervos de Conkal y Zapateros de Ticul, fueron por cuatro juegos, más castigos de hasta un año para jugadores e incitadores de los golpes.

La diferencia entre el béisbol y el fútbol es que la LIBY no está afiliada a la AYBAC, por lo que sus castigos son de risa, porque ¿qué cree usted? Hoy domingo ya habrá juego en ese campo de Celestún, porque se jugará la final de la Liga Alberto “Zurdo” Quintal, entre los Marineros locales y los Guerreros de Chicxulub. ¿Y saben por qué? Porque la asociación, en manos del inefable profesor Rudy Amaro, pues no puede respaldar esa determinación porque no están afiliados, contrario a la Zurdo Quintal, que sí es afiliada.

Así es que mientras no suceda una desgracia seguiremos viendo golpes y botellazos en los campos deportivos, principalmente en aquellos en donde sus directivos no quieren nada con las asociaciones y por su condición de “piratas”, pues sus “castigos” serán como los llamados a misa, o con menos valor. Ya los veremos.

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