Cataluña rompe relaciones con la corona española

El presidente regional catalán, Quim Torra, anuncia que ni él ni nadie de su gobierno asistirá a ningún acto convocado por el rey

ENVALENTONADO por las intenciones de diálogo con las que desde que asumió en La Moncloa lo viene ilusionando el socialista Pedro Sánchez, el presidente catalán Quim Torra anunció ayer viernes que Cataluña rompe relaciones con la Corona española.

Lo hizo en una declaración institucional, horas antes de la inauguración de los Juegos Mediterráneos que reunió en la ciudad catalana de Tarragona al rey Felipe VI, a Pedro Sánchez y a Torra, quien no confirmó su asistencia hasta último minuto.

Ofendido por la falta de respuesta a una carta firmada por él y por los ex presidentes de la autonomía que quiere independizarse de España, Artur Mas y Carles Puigdemont, Torra dijo que, a partir de ahora, ningún miembro del Govern asistirá a ningún acto del rey y que Felipe VI no será más invitado a ningún acto organizado por la Generalitat.

Torra le reprochó a la Corona española el discurso del rey del 3 de octubre del año pasado, dos días después del referéndum de autodeterminación, inconstitucional y casero, que el ex presidente Puigdemont llevó a cabo a pesar de la represión policial que intentó desarticularlo. “El rey de España no ha pedido perdón -se quejó Torra-, por una violencia que causó un millar de heridos y ante la cual no ha tenido ni una sola palabra de apoyo ni consuelo a ellos ni a sus familias.” Y agregó: “Cuarenta años después del fin del franquismo se sigue persiguiendo a personas por su ideología aunque sea escrupulosamente pacífica y democrática”.

“He esperado hasta el último momento a comunicar la decisión porque he esperado hasta el último momento a que el rey reflexionara o, como mínimo, quisiera escuchar lo que les explico. Esta espera ha sido en vano”, dijo el presidente catalán.

La carta que Felipe VI nunca respondió apelaba a que el monarca se reuniera ayer con Torra y lo escuchara “sin apriorismos ni prejuicios”. El nacionalismo catalán consideraba “una oportunidad que nos brinda la historia para reparar y recoser aquello que la violencia, la represión y la persecución contra el 1-O (1 de octubre, fecha del referéndum) provocó”. Le pedía al monarca, además, que facilitara “un proceso de apertura, modernización y prevalencia democrática”.

Varias manifestaciones, a favor y en contra de la presencia real, alborotaron Tarragona antes de la inauguración de los Juegos del Mediterráneo, que se celebrarán hasta el 1 de julio en Cataluña y convocan a 4,000 deportistas de 26 países que competirán en 33 disciplinas. La Asamblea Nacional Catalana (ANC) de Tarragona anunció desde temprano que Torra participaría de la concentración para manifestar “el rechazo de la ciudadanía tarraconense a la presencia del monarca español”. Desde la Generalitat, sin embargo, preferían edulcorar la presencia del president en la marcha diciendo que “acudiría a saludar a la gente”.

Aun no ha cumplido un mes en La Moncloa y el presidente español Pedro Sánchez ya está lamentando haberse ido de boca en buenas intenciones hacia el separatismo catalán.

Su cita con Torra ya tiene fecha: será el 9 de julio. Se desconoce, por ahora, la agenda de temas sobre los que Sánchez quiere hablar con el presidente catalán. Torra, por su parte, los tiene en mente desde hace semanas: el derecho a la autodeterminación y la situación de los independentistas detenidos y los que huyeron de España para esquivar la cárcel.

Texto y foto: Agencias

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