Cenotes, atractivos de la Sultana de Oriente

Valladolid. La península de Yucatán, en México, está llena de cenotes. Hay muchos, muchísimos, tantos que se estima que puede haber entre siete y ocho mil en todo su territorio, pero la densidad del monte y selva es tal que resulta difícil contabilizarlos.
Estos agujeros de agua que en su día fueron sagrados para los mayas hoy se han convertido en uno de los reclamos turísticos más importantes del país. Nadie quiere perderse la sensación de bañarse en sus aguas mientras disfruta de sus espectaculares formaciones rocosas, pero si sabes a cuál ir, y cuándo ir, aún puedes vivir una experiencia auténtica en plena naturaleza.

PRIMERO: ¿QUÉS ES UN CENOTE?

Un cenote es una formación geológica muy particular. La Wikipedia la define como “un pozo natural en terreno calizo formado por el derrumbamiento del techo de una o varias cavernas”, y así es, aunque el concepto de “un enorme agujero lleno de agua” también podría ser válido. De hecho, su nombre deriva de la palabra maya “dzonoot”, que literalmente significa “hoyo de agua”, por lo que la segunda descripción, aunque simple, está totalmente justificada. El suelo de la península de Yucatán es calizo y está perforado por infinidad de ríos que se conectan entre ellos. Los desprendimientos han creado cavernas a lo largo de los años, grandes pozos de aguas cristalinas, y eso son los cenotes.

Dependiendo de su forma podemos distinguir tres tipos de cenotes: abiertos, semiabiertos y cerrados. Los primeros pueden parecen lagos sin más, los segundos cuevas con alguna entrada de luz y los últimos grutas subterráneas totalmente cerradas. Y sí, en todos ellos hay agua. Cada tipo de cenote tiene su encanto, y sería imperdonable pasar por Yucatán y no visitar alguno de ellos.

EL CUIDADO QUE SE MERECEN LOS CENOTES

Los cenotes son una formación natural espectacular, y en nuestra mano está que siga siendo así. El turismo hace que muchos de ellos estén masificados, por lo que es importante seguir unas “normas de buen cenotero” para que se vean afectados lo mínimo posible.

Se recomienda no tocar las formaciones rocosas y mucho menos las raíces que cuelgan y alcanzan el agua. Y si se va a bañar dúchese antes, siempre que sea posible, y sobre todo no use cremas corporales, como protectores solares o repelentes de insectos. Hay productos de este tipo específicos y respetuosos con el medio ambiente, algo importante para ser un turista responsable. Para que sepa qué cenotes no se debería perder, aquí le damos datos sobre tres de ellos.

SUYTÚN

El cenote Suytun está muy cerca de la ciudad de Valladolid y es uno de los más bonitos de toda la península. Un cenote cerrado, con una enorme bóveda caliza tapa el pozo de agua, con una pequeña apertura donde unas escaleras te llevan a su interior y una pasarela de piedra te acerca al centro del espejo de agua. En el centro un pequeño respiradero permite la entrada de los rayos del sol sobre la superficie azul del agua.

DZITNUP

Los cenotes de Dzitnup se encuentran a solo 7 km de Valladolid y son dos, Samulá y X’kekén. Se recomienda llegar bien temprano para procurar vivirlos prácticamente en solitario. Samulá es un cenote cerrado con una pequeña apertura que hace respiradero, por donde luz y raíces se cuelan hasta llegar al agua, turquesa y fresca. X’kekén es igualmente cerrado, más oscuro y donde las formaciones rocosas parecen que se derraman sobre el agua, con un pequeño respiradero por donde se proyectan los rayos del sol. Ambos se encuentran en un complejo bien organizado y con todo tipo de servicios que facilitan la visita del turista, lo que por otro lado hace perder naturalidad.

ZACÍ

Es un cenote de tipo semi abierto con caída libre. Se ubica cerca de la plaza principal de la ciudad. Su acceso es por un túnel o gruta por el cual se desciende por una escalera de piedra y un barandal que circunda el cenote. La tonalidad del agua va de azul a ligeramente verdosa.

Texto y fotos: Cortesía

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