Cines antiguos de los barrios meridanos, espacios familiares

En estos sitios era común que colocaran telas blancas a manera de pantallas, en las que se proyectaban las películas, y los asistentes se colocaban en improvisadas sillas para disfrutar la función

“La Escarcha” en la Bojorquez, “El Cocalito”, ubicado en la frontera con la Madero, y “El Sapo”, situado cerca del famoso restaurante y centro nocturno “Tulipanes”, fueron algunos de los cines que, de manera un tanto improvisada, funcionaron con mucho éxito en la Mérida de los años cincuenta y sesenta.

En estos lugares, algunos inclusive sin techo, era común que en telas blancas, las cuales se movían con el viento, a manera de pantalla, se proyectaban las películas, mientras que los asistentes se acomodaban sobre improvisadas bancas o sillas plegables de madera para disfrutar de la función.

La lista de estos cines de barrio en la década de los años cincuenta y sesenta, que eran tan populares como el “Esmeralda”, el “Alcázar”, el “Rialto” y “Rex”, es larga e incluye algunos lugares como el “Roxi”, que se ubicaba en la calle 36 por 79 de la Vicente Solis, o el que funcionaba en la 46 entre 95 y 97 frente a la cancha de básquetbol de la colonia Santa Rosa.

Algunos de los habitantes de mayor edad del rumbo recuerdan a don Cil, que a las puertas del cine, vendía sus panuchos y su tradicional horchata que satisfacían el hambre de los asistentes a la función a su salida del recinto en el que pasaban a Pedro Infante, Jorge Negrete, Tarzán y El Llanero Solitario.

El precio de entrada era de unos cinco centavos, me comenta mi madre, Rosa María Moguel, quien en su infancia, a los 12 años, para ayudar con el gasto de la casa, trabajó con don Cil que era su tío, friendo los famosos polcanes y panuchos.

Gracias a los comentarios que se hicieron en una publicación de la página de Facebook “Mérida en el tiempo y Yucatán en la historia”, nos enteramos que el mencionado Cine Escarcha se ubicaba en la calle 59 A entre 104 y 59 L en la colonia Bojorquez, tenía su techo de lámina y era de Fernado Delio y de don Oswaldo Aguilar, a quien los vecinos del rumbo recuerdan cuando, a bordo de una carcachita, pasaba por las calles anunciando las funciones con un altavoz.

“El Cocalito” se ubicaba en la 61 A por 96 de la misma Colonia Bojorquez, lugar en donde alguna vez, en 1952, se estrenó El Reboso de Soledad, un filme de Roberto Gavaldón estelarizado por Pedro Armendariz y Estela Inda.

En la Avenida Itzáes por 41, justo donde hoy se encuentra una óptica de la cadena Tolosa Bates, funcionó el cine Petén Itzá que era de los antecesores de esta familia, pero también existió un cine de este estilo llamado Itzá, que estaba en la calle 20 por 65 de la Colonia Miraflores, y por este rumbo funcionó también el Cine Gálvez, cuya ubicación no fue posible precisar, mientras que en la 61 por 20 o 22 de la Colonia Esperanza estuvo el Cine Emita.

En la colonia Melitón Salazar, hasta hace unos años se conservaba en un predio ubicado en la 103, justo frente al parque, un dibujo alusivo al Cine Henry, con la imagen de este personaje que aparecía en las tiras cómicas publicadas en la sección infantil dominical en los periódicos de antaño. Los usuarios de la mencionada página de Facebook también mencionaron en sus comentarios al Cine Libertad, que estuvo en la Castilla Cámara, la Gallera, en la 22 por 17 de Chuminopolis, y el Azteca de la 54 entre 87 y 91 en el sur meridano.

Texto: Manuel Pool Moguel

Fotos: Cortesía

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