Codician datos personales en mercado negro de internet

Es divertido, además de que es muy común, utilizar una aplicación del celular para alterar una fotografía que nos deje ver cómo seremos al envejecer, o compartir un par de imágenes —una actual y una de hace 10 años— con tal de sumarnos al #10YearsChallenge.

El problema es que no todos están enterados de que pueden estar poniendo en peligro sus datos personales, los cuales a pesar de ser intangibles, tienen un alto valor para ciberdelincuentes.

Desde cuentas de Netflix, pasando por correos electrónicos y contraseñas, tarjetas de crédito y hasta expedientes médicos, pueden venderse en el mercado negro de internet.

Cifras de Kaspersky revelan que en Latinoamérica 92% de los usuarios comparte fotos y videos de sus viajes; 73% publica imágenes y videos de sus hijos, y 30% establece contraseñas que incluyen el registro automático en sitios web y aplicaciones.

Cuando compartimos abiertamente el acceso a nuestra vida digital, estamos dejando al descubierto nuestras huellas digitales y toda nuestra intimidad, asegura Dmitry Bestuzhev, director para América Latina del Equipo Global de Investigación y Análisis de Kaspersky, firma de seguridad informática.

“Es como si nos paseáramos desnudos por la calle, sin tomar ningún tipo de resguardo, y permitiéramos que no sólo personas conocidas y desconocidas, sino también malintencionadas o hasta emocionalmente inestables, tengan acceso a nosotros indiscriminadamente”, explica Bestuzhev.

Los usuarios suelen compartir su dirección de correo electrónico, número de celular y, en ciertas ocasiones, hasta el nombre de usuario en alguna red social, de manera que los ciberdelincuentes pueden vender las cuentas de alguien por menos de 50 dólares, indica el directivo de Kaspersky.

Los datos que se consideran ‘públicos’ [son], por ejemplo, la dirección de casa, un rango de edad, los nombres y hasta un rango de salario y el idioma que habla la persona, [éstos] se venden al por mayor desde aproximadamente siete centavos de dólar por persona”.
Desafortunadamente los usuarios ofrecemos con mayor facilidad el acceso a nuestros datos personales, mientras que su valor disminuye constantemente.

“La buena noticia para los estafadores es que pueden obtener más datos robados por menos dinero, la mala noticia para las víctimas del robo de datos es que más estafadores tienen acceso a más datos robados a precios cada vez más baratos, y la razón por la que hay tantos datos robados disponibles es que los hackers simplemente no tienen dificultades para robarlos”, explica Darren Guccione, cofundador y CEO de Keeper Security.

Actualmente se asume que prácticamente todas las personas-usuarias saben que no proteger sus datos con una contraseña adecuada puede traerles graves consecuencias.

“El daño causado por el robo de la identidad o el de registros financieros o de salud personales puede demorar meses o años en repararse”, indica Guccione.

Sin embargo, ¿cuál es el valor de los datos robados en el mercado negro digital actual?

Cifras de Keeper Security revelan que una cuenta de Spotify vale alrededor de 0.21 dólares; de Netflix, 8.32 dólares; los datos de una tarjeta de crédito, 50 dólares; una cuenta de correo y su contraseña rondan los 70 centavos de dólar y los 2.30 dólares; mientras que un historial médico completo puede llegar a valer hasta mil dólares.

El CEO de la empresa de seguridad cibernética comenta que los datos se venden en la dark web a la que se accede con un software especial que oculta la identidad de los visitantes.

“La web oscura es un vasto mercado para cualquier cosa y todo lo ilegal, gran parte parece muy familiar, como cualquier otro sitio de comercio electrónico, los vendedores a menudo tienen calificaciones otorgadas por compradores anteriores”.

Incluso se puede comprar software para configurar su propio negocio de piratería, mientras que los pagos a los vendedores se realizan mediante bitcoin, señala Guccione.

Los cibercriminales pueden ganar entre 3 mil 500 dólares y 166 mil dólares al mes, según datos de Keeper.

La información financiera de un usuario cuenta con varios datos que pueden ser vendidos en distintos mercados; es decir, tanto en sitios comunes como en la dark web.

El estudio de McAfee La economía de los datos ocultos muestra que, por ejemplo, en Estados Unidos el número de una tarjeta de crédito con el código CVV (Card Verification Value) que se utiliza para realizar transacciones en línea, vale entre cinco y nueve dólares. Si se tiene el número de cuenta o fecha de nacimiento se incrementa a 15 dólares, y la información completa del tarjetahabiente cuesta 30 dólares.

Texto y foto: El Universal

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