Colombia se suma a la ola de indignación de AL

Miles de colombianos salieron e jueves a las calles de todo el país para expresar su descontento con el Gobierno de Iván Duque, que pasa por sus horas más bajas al frente de la presidencia. El ambiente de miedo previo a las protestas, tras los registros policiales a colectivos de artistas y a medios de comunicación, además de la presencia de soldados en las calles de Bogotá, contrasta con el ambiente festivo y, a grandes rasgos tranquilo, que ha marcado las movilizaciones. Los incidentes, en su mayoría aislados, se han concentrado en Bogotá y en la ciudad de Cali, una de las más violentas de Colombia, donde se decretó el toque de queda, ante algunos saqueos, según aseguró el alcalde de la ciudad, Maurice Armitage. El transporte de pasajeros también fue suspendido en esta ciudad y una ambulancia que llevaba a un paciente fue atacada. Las autoridades informaron que al menos 7 policías y un estudiante resultaron heridos, ninguno de gravedad. En todo el país, la cifra de lesionados asciende a 37, 29 de ellos agentes.

En Bogotá, el clima lluvioso y frío no amilanó a la población a unirse a la protesta. Entre los manifestantes había numerosos estudiantes, que han estado constantemente en la calle durante el Gobierno Duque para reclamar mayores fondos para la educación pública. La jornada de huelga que se convocó ayer transcurrió en un ambiente festivo de cánticos y música, acompañado en ocasiones por el ruido de los helicópteros de la policía que sobrevolaban la zona, hasta que a las cuatro de la tarde, cuando la manifestación llegaba a su fin, un grupo trató de tomar la alcaldía de la ciudad y fue dispersada con gases lacrimógenos que han inundado la plaza de Bolívar.

Texto y foto: Agencias

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