Académico de la Uady señala que la contingencia sanitaria ha impulsado el incremento de vendedores ambulantes, ya que muchos han perdido su empleo.
Los estragos de la contingencia sanitaria en el cierre de empresas y despidos dispararían hasta un 20% la economía informal en el estado, opinó el académico de la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady), Jorge Canché Escamilla.
“Cada día se puede ver más vendedores ambulantes en Mérida y municipios del interior del estado, pues la gente está vendiendo cualquier clase de productos con tal de tener algo de dinero para comer”, explicó el docente de la Facultad de Economía de la máxima casa de estudios de la entidad.
Señaló que si ya de por sí la informalidad acaparaba el 58% de la economía de Yucatán, con la pandemia el porcentaje aumentaría hasta 15 o 20 puntos porcentuales.
“Es notorio el número de personas que están vendiendo alimentos, productos de todo tipo por internet y también casa por casa, lo que significa que será muy difícil la recuperación de estos empleos”, advirtió.
En ese sentido argumentó que será importante que gobierno e iniciativa privada se pongan de acuerdo para salvar al mayor número de empresas posible para evitar que esto crezca a una situación aún más crítica e incrementen los índices de delincuencia.
“La situación no es fácil, muchas personas que han perdido su empleo, también se quedaron sin seguridad social, por lo que tienen que recurrir a los préstamos de dinero y créditos que agudizarán las exigencias económicas de una familia”, señaló.
Canché Escamilla agregó que las previsiones apuntan a una recuperación a partir de 2021, pero la sociedad yucateca no podrá aguantar tanto.
“Yucatán tiene una vocación comercial, pero las empresas que más están sufriendo están en este sector, por eso se deben establecer mecanismos de reincorporación laboral con controles estrictos para los trabajadores, para de esta forma tener negocios funcionando y una economía en proceso”, sostuvo.
Texto y foto: Acom
