Cómo interpretar una pirámide nutricional

La pirámide nutricional es una herramienta de educación y promoción de salud que se muestra de manera gráfica a través de dibujos o fotografías de los alimentos e indica qué cantidades han de consumirse para seguir una alimentación saludable.

Los organismos oficiales utilizan la pirámide nutricional para trasladar las recomendaciones nutricionales en mensajes fáciles y atractivos para la población. Para elaborar estas guías alimentarias se basan en la pirámide de la alimentación saludable de la OMS. Laura González, responsable de Nutrición y Salud de Nestlé, explica los niveles de la pirámide.

¿Cómo se interpreta? La forma triangular de la pirámide nutricional nos orienta sobre la frecuencia y las cantidades que debemos consumir de diferentes alimentos. En los primeros eslabones, se sitúan los alimentos que más peso han de tener en la alimentación diaria. A medida que vamos subiendo de niveles, aparecen otros alimentos que hay que consumir en menor cantidad. En el vértice se sitúan alimentos de consumo opcional y que en caso de consumirse, ha de ser ocasionalmente.

La Sociedad Española de Nutrición Comunitaria presentó en diciembre de 2016 la actual Pirámide de Alimentación Saludable, que en su base no tiene alimentos, sino recomendaciones para mantener un estilo de vida saludable.

Alimentos en diferentes niveles. A partir del segundo nivel, se clasifican todos los alimentos de consumo habitual. Encontramos los alimentos ricos en hidratos de carbono complejos, como las harinas o la pasta, cereales o tubérculos. Se recomienda que se consuman en su versión integral, y en el caso de los derivados como el pan o las pastas se elaboren también con harinas de grano entero. Estos constituyen la base de la dieta mediterránea y deben estar presentes en cada comida principal, lo recomendable es que haya entre cuatro y seis raciones al día. La cantidad recomendada dependerá de la actividad física que realicemos.

En el tercer nivel de la pirámide alimentaria encontramos frutas verduras y hortalizas. Se recomienda consumir fruta fresca entre tres o cuatro veces al día, y verduras y hortalizas de dos a tres veces al día. La suma entre estos dos grupos, las frutas y verduras y hortalizas debe ser mínimo de cinco raciones al día.

En el cuarto nivel se incluyen alimentos de consumo diario. Alimentos proteicos como lácteos, carnes magras, pescados, huevos, legumbres, y también los frutos secos. Los lácteos se muestran como un grupo aparte porque además de proteínas son la mejor fuente de calcio en nuestra dieta y hay que consumirlos diariamente, entre dos y tres raciones. Y preferiblemente semidesnatados.

En el nivel superior, están aquellos alimentos de consumo ocasional u opcional. No es necesario consumirlos y en caso de hacerlo se recomienda que sea de una forma ocasional (no más de una vez a la semana) y moderada. En esta cúspide tenemos carnes rojas procesadas, productos ricos en azúcar añadido, (bollería industrial, helados, bebidas azucaradas y grasas untables).

Texto y foto: Agencia

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