Complicado arranque de año

La situación económica dependerá del control de los contagios por COVID-19 y de la aplicación de las vacunas, advierten

Aunque se descarta que el aumento del 3.33 % en el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a combustibles ocasione un efecto cascada en los precios, dirigentes empresariales ven, con el aumento del 15 por ciento al salario mínimo, el riesgo de quiebra de negocios y la consecuente pérdida de fuentes de trabajo.

Sí habrá cuesta de enero, pero no por el aumento de precios derivado del alza del 3.3 por ciento del IEPS a los combustibles, sino por la disminución de la demanda derivada de los efectos de la pandemia, lo que en términos de inflación actuaría como un freno.

Así lo explicó el presidente de la Confederación de Cámaras de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco-Servytur), José Manuel López Campos, quien consideró que las alzas de precios serán mínimas, porque los productores y comercializadores necesitan desplazar sus inventarios y no hay condiciones para que suban los precios, o de lo contrario la gente dejaría de comprar.

A todo este panorama se suma el aumento al salario mínimo, que en medio de la situación de la pandemia, que sigue creciendo en número de contagios, lo que ha llevado a varias entidades a regresar a semáforo rojo, y en otras, a que se implementen más restricciones para evitarlo, puede incidir en una disminución de empleos, especialmente en empresas maquiladoras y manufactureras, negocios en los que predomina el pago del salario mínimo.

Al respecto, el ex dirigente nacional de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Gustavo de Hoyos, ha manifestado que si no hay mejora de los ingresos en los próximos tres meses, se corre el riesgo de que a nivel nacional se puedan perder 700 mil empleos, lo que se agrava por la falta de apoyos por parte del Gobierno federal, que de esta manera deja toda la carga del aumento del salario mínimo en manos de millones de microempresarios que van a una quiebra inminente.

En este sentido, el líder nacional de la Concanaco-Servytur, el yucateco López Campos, consideró que esta latente el riesgo de que se necesiten hacer ajustes de personal ante la disminución de ingresos en las empresas y un aumento en la nómina.

Ante esto, explicó que la incertidumbre en cuanto a lo que sucederá económicamente hablando en este inicio del 2021, en torno a si se mantendrán funcionando las empresas y si se conservará el empleo, lo cual dependerá del control que se tenga en cuanto a los contagios de covid-19 y a la llegada de las vacunas, hará que la gente sea más precavida y que gaste menos, lo que se reflejará en una menor demanda, afectando el consumo.

“Lamentablemente, se prevé un aumento en el número de contagios derivado del relajamiento que se dio en diciembre y que se reflejaría en las cifras correspondientes al mes de enero”, expresó el dirigente nacional, quien hizo un llamado a la población en general a actuar con mayor responsabilidad y solidaridad para evitar contagios mientras que por medio de las vacunas poco a poco sea mayor el número de población que sea inmune al virus.

“En tanto no se solucione el problema sanitario, el problema económico seguirá latente, para que se pueda hablar de una recuperación real, no de reactivación, se necesita antes de dar la vuelta a la página de los contagios”, subrayó.

López Campos consideró que el aumento de precios será mínimo y que afectará a productos que tienen un impacto directo del IEPS como son los cigarros y bebidas saborizadas, que subirán un 3.3 por ciento, mientras que en el resto de los bienes no tendrá esta disposición el mismo efecto.

Por su parte, el presidente de la Cámara Nacional del Comercio en Pequeño de Mérida (Canacope), Jorge Cardeña Licona, afirmó que serán alrededor de 3 pesos los que subirá la cajetilla de cigarros, mientras que los refrescos costarán entre uno y dos pesos más, dependiendo de marca y presentación.

“Vamos a ver qué es lo que sucederá en este mes de enero, cuando viviremos lo que llamo la tercera cuesta, ya que todo el 2020 por la pandemia fácilmente se vivieron efectos similares a los de la cuesta de enero porque mucha gente se quedó sin empleo y pasó apuros para tener los recursos suficientes hasta para ir a comprar lo básico en las tienditas de la esquina”, destacó Cardeña Licona, quien consideró que también habrá afectaciones por el aumento del salario mínimo del 15 por ciento.

“Esto puede traer desempleo porque muchas empresas, especialmente las pequeñas, después de pasar por una caída de ventas por la pandemia cuando muchos tuvieron que cerrar sus puertas de manera temporal, no están en condiciones de aplicar el aumento y muchos tendrán que recortar personal para sobrevivir”, aseveró.

En cuanto al incremento del IEPS a los combustibles, López Campos explicó que no afecta a todo el precio del litro de Magna, Premium o Diésel, que se determina con base en los precios internacionales del petróleo, a los de mayoreo y a los costos del transporte, almacenamiento y comercialización, además del mencionado impuesto, que representa 4. 95 pesos de los 20 pesos que en promedio cuesta un litro de gasolina, que es la porción a la que se aplicará el aumento de 3.3 por ciento.

Entonces, el precio de las gasolina por el IEPS aumentará 16 centavos por litro, al pasar de 4.95 a 5.11 pesos en el caso de la Magna, mientras que el incremento será de 13 centavos por cada litro de Premium, que pasa de 4.18 a 4.31 pesos.

En cuanto al diésel, por el aumento al IEPS su costo aumentará 18 centavos, de modo que ahora será el monto de impuesto por cada litro de 5.62 pesos.

El ingeniero López Campos señaló que este porcentaje que aumenta el IEPS a combustibles es considerado por el Gobierno Federal como una actualización, por la inflación y la forma en la que se hace el ajuste esta definido en el artículo 17 A del Código Fiscal de la Federación.

El factor de actualización del IEPS, que para 2021 es de 1.0303 puntos, es el resultado de dividir el Índice Nacional de Precios al Consumidor de noviembre del año que finaliza en relación con el mismo mes del anterior, en este caso noviembre de 2020 y noviembre de 2019, que fue de 108.856 y 105.346, respectivamente.

Por su parte, el delegado de Carga en Yucatán de la Alianza Mexicana de Organizaciones de Transporte (Amotac), Gabriel Uribe Ríos, indicó que independiente de los montos que pueda aumentar el precio de la gasolina, en estos momentos sus agremiados pasan un momento complicado en cuanto a la competencia desleal, en el sentido de que por ganar clientes no falta quien les ofrezca tarifas más bajas.

“Hay que tener en cuenta que en el rubro de carga no hay tarifas fijas y las empresas grandes trabajan con sus propias tarifas, pero, como es lógico, a final de cuentas los aumentos en los costos terminan por pagarlos el cliente final, lo que impacta sus bolsillos”, concluyó.

Texto: Manuel Pool

Fotos: Cortesía

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