Con honores despiden a policía antisecuestros asesinado

“Su presencia nos da fortaleza”, destaca la madre del agente victimado en las cercanías del Complejo de Seguridad

Los restos mortales del agente de la Unidad Antisecuestros, Manuel Felipe Neri Blanco Méndez reposan ya en el cementerio de Xoclán, donde fue sepultado con honores por familiares y compañeros de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP).

La ceremonia luctuosa fue encabezada por su familia y el comandante Luis Felipe Saidén Ojeda, comisario general de la SSP.

La carroza con el cuerpo de Blanco Méndez, quien tenía casi seis años como integrante de la corporación, llegó al cementero cerca de las cuatro de la tarde, luego de salir de la Funerales Perches.

Tras llegar al lugar se inició con la ceremonia de despedida, que incluyó plegarias y mensajes tanto de familiares y amigos de la corporación, mientras Saidén Ojeda, al pie del cañón, permaneció todo el tiempo con la familia.

Como parte de la despedida oficial a un elemento de la corporación caído en su deber, se lanzaron balas de salva al aire para honrarlo.

La lluvia, que se presentó en toda la ceremonia, hizo más triste el momento, ya que más de un centenar de compañeros aguantaron con estoicismo en posición de firmes.

El comandante Saidén Ojeda, otros subsecretarios y familiares tomaron entonces el ataúd y lo llevaron hasta el lugar de su última morada, una tumba familiar muy cerca del mausoleo de los policías, ya que la familia declinó el ofrecimiento sepultarlo allá.

Una vez cerrada la tumba, cientos de compañeros oficiales desfilaron ante ella para colocar coronas de flores, tanto que se formó un montículo grande con todas ellas.

“La presencia de ustedes nos hacen más fuerte. A todos los compañeros de mi hijo, de parte de mi nuera y mío les agradezco su asistencia, vemos que lo quería bastante y él también les quería”, dijo la madre del fallecido, de quien pidió reservar su identidad por respeto.

Los hechos

Manuel Felipe Neri Blanco Méndez falleció el martes muy cerca del Complejo de Seguridad de un disparo en la cara por parte de una persona a la que trasladaba a la FGE para presentar su denuncia, pues alegaba que podría sufrir un secuestro.

Su compañero José Basto quedó mal herido, pero se está recuperando.

Texto: Esteban Cruz Obando
Foto: Cortesía

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