Agrupaciones feministas aplaudieron que en Oaxaca se declararan los concursos de belleza como “violencia simbólica en contra de la mujer” pues afirman que este grupo tiene que empezar a cuestionar este sistema patriarcal al que han estado sometidas desde hace más de 50 años.
Teresita Campos Ancona, representante del Observatorio Nacional de Feminicidio en Yucatán lamentó que se destinen fondos públicos para estos certámenes, que lejos de empoderar a la mujer, y resaltar su inteligencia y su valor, sólo evalúan las características físicas de niñas, adolescentes y adultas.
“Las mujeres no somos ni feas, ni bonitas, somos mujeres, hay que empezar a romper esos estándares y aceptarnos como somos, con nuestros propios estilos” manifestó.
Dijo que es lamentable que en pleno siglo XXI aún se tenga que calificar rostro, cabello, elegancia, y tallas, cuando se deberían tomar en cuenta otras cuestiones como es la inteligencia, empatía y creatividad.
Consideró que los modelos de estos certámenes son contradictorios, pues surgieron para medir la belleza estereotipada machista, en donde hasta hace apenas unas décadas se permitió la participación de mujeres afrodescendientes, pues anteriormente este concurso únicamente era para personas de piel blanca.
“Las mujeres que participan en estos eventos están sometidas a dietas estrictas, estándares inalcanzables, alturas irreales, que desgraciadamente muchas imitan, y que son conductas destructivas que las puedan orillar a padecer trastornos alimenticios como bulimia y anorexia” subrayó.
Además, las modelos que participan en estos concursos tienen que cumplir una serie de requisitos como es el no estar casada ni tener hijos, y algunos atributos físicos como son las tallas y la estatura. “¿Qué nos están dando entender? Que si son madres nos quita la categoría de mujer hermosa, y perfecta” afirmó.
La representante de esta agrupación, dijo que es urgente cambiar este estereotipo, y considerar dentro de estos concursos de belleza a mujeres indígenas, que también son hermosas, y que han quedado fuera de estas competencias.
“Es triste ver como los organizadores utilizan a las participantes como muñecas de aparador, como si fueran “vacas” pues no las ven como seres humanos sino como un producto que tienen que vender” expuso.
Por su parte Kelly Ramírez Alpuche, presidenta de la Asociación Feminista de Igualdad Sustantiva de Yucatán coincidió en que estos concursos son una manera de reforzar el sistema capitalista y patriarcal, desde la cosificación de los cuerpos en exhibición, hasta considerar los estándares de belleza anglosajones o eurocentristas que deben de cumplir las participantes.
“Las condiciones que se deben cumplir para participar están limitadas, pues no todas los pueden cumplir, lo cual también nos clasifica de manera hegemónica”. “La gordofobia, los problemas de alimentación, los estándares de belleza, tienen relación con la normalización de estas prácticas, también refuerza la competencia entre este grupo, ya que como tal es un concurso para atribuciones físicas y sociales” detalló.
La entrevistada aseveró que los recursos que se destinan para estos eventos, se deberían utilizar para la creación de políticas públicas para beneficio de este sector.
“Las niñas, jóvenes y mujeres necesitamos amarnos a nosotras mismas con todas nuestras corporalidades y diferencias físicas, cambiar estos sistemas de creencias patriarcales sobre la belleza hegemónica” finalizó
Texto: Georgina Bacelis.
