Conoce el método del plato para alimentación completa

CUANDO NOS proponemos el objetivo de comer bien, de forma variada y saludable, es habitual que nos asalten las dudas. En muchas ocasiones, creemos que la teoría la tenemos clara, pero la práctica nos falla estrepitosamente. Las prisas del día a día no ayudan y acabamos por comer casi cualquier cosa que encontramos en la despensa o en la nevera. Sin embargo, alimentarse bien y, con ello, ganar en salud, es más fácil de lo que podemos pensar, pues basta con mirar nuestro plato, pero no uno cualquiera, sino el que representa al conocido como método del plato, una herramienta muy visual y sencilla que permite al comensal aunar en un único recipiente todos los nutrientes que necesita en sus comidas principales y, lo que es más importante, en las proporciones justas.

50% del plato: hortalizas y verduras

Estos grupos de alimentos deben ocupar la mitad de nuestro plato, ya sean cocidas o crudas, y siempre procurando que haya una buena variedad de productos y de colores. Al menos dos raciones al día de verduras y hortalizas aportan agua, muy pocas calorías y son ricas en vitaminas, antioxidantes, minerales y fibra. Por ejemplo, aquí podemos incluir brócoli, zanahoria, cebolla, champiñones, calabaza, tomates, espinacas, pimientos…

25% del plato: carbohidratos

En este apartado se incluyen los cereales, las papas (mejor cocidas o al horno), las legumbres, la pasta o el pan. La suma de estos alimentos no debe superar el cuarto del plato y a la hora de elegir hay que optar por dar prioridad a los cereales integrales variados, limitando los cereales refinados como el arroz o el pan blanco, ya que tienen un mayor índice glucémico y provocan una mayor repercusión en el control del azúcar en sangre y en el exceso de peso.

25% del plato: proteínas animales

En el menú principal del día no pueden faltar las proteínas saludables, por eso el método del plato aconseja el consumo de pescados, aves, legumbres y frutos secos. Algunas versiones del método incluyen también los huevos. En esta porción del plato hay que dar prioridad a las legumbres como las lentejas, los garbanzos o las habichuelas, así como a los pescados azules y blancos y a la carne de ave, acompañadas de algún fruto seco. Y es recomendable limitar el consumo de carnes rojas y evitar las carnes procesadas como el bacon o los embutidos. El original método del plato de Harvard no incluía los huevos, aunque éstos sí aparecen en la versión elaborada en el año 2012.

Texto: Agencia

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