Conoce quién puede ser donante de médula ósea

El trasplante de médula ósea es un tratamiento indicado para ciertas enfermedades oncológicas –especialmente la leucemia aguda, el linfoma y el mieloma– y, en algunos casos, la única posibilidad que tiene el paciente de curarse. Pero la médula ósea, que es una sustancia esponjosa que se encuentra en el interior de algunos huesos o parte de ellos, y que cuenta con una gran cantidad de células madre (progenitores hematopoyéticos) encargadas de producir los glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas que necesitamos para vivir, no se puede fabricar, y hay que obtenerla de un individuo compatible con el enfermo.

La donación de médula ósea es un acto de solidaridad que puede salvar la vida de una persona, ya que para realizar el trasplante es necesario que donante y receptor sean compatibles HLA (Antígenos Leucocitarios humanos) –unas moléculas cuya función es reconocer lo propio y lo ajeno para asegurar la respuesta del sistema inmune y proteger al organismo contra los agentes infecciosos–, para prevenir una complicación conocida como enfermedad del injerto contra huésped, y solo en aproximadamente un 30% de los pacientes se encuentra un donante compatible entre sus familiares cercanos.

De hecho, a pesar de que existen millones de personas inscritas como donantes en bases de datos internacionales, no siempre aparece un individuo compatible con el enfermo porque el sistema de compatibilidad HLA es un sistema muy polimórfico que se ha ido adaptando para defendernos de los distintos gérmenes, que también varían, y se encuentra compatibilidad en uno de cada cien mil como media

Antes de inscribirte como donante de médula ósea en el Centro de Transfusión, o en alguno de los hospitales donde se puede realizar este trámite, es muy importante que te informes adecuadamente para comprobar que cumples los requisitos necesarios y, sobre todo, tomar una decisión responsable.

REQUISITOS

Tener entre 18 y 40 años de edad (el límite de 40 años se establece para registrarse, y las personas que ya estén inscritas pueden donar hasta los 60 años).

Disfrutar de una buena salud.

No haber padecido infecciones originadas por los virus de las hepatitis B o C, el VIH (Sida), o cualquier otro patógeno que pudiera ser contagioso, ni tener factores de riesgo que faciliten la transmisión de este tipo de infecciones como ser pareja de alguien que las tenga, o mantener relaciones sexuales múltiples sin protección.

No sufrir enfermedades circulatorias, renales, hepáticas, pulmonares ni hematológicas, que podrían potenciar el riesgo de que se presentasen complicaciones durante la donación.

No padecer diabetes mellitus insulinodependiente, ni hipertensión no controlada.

No tener recuentos de plaquetas inferiores a 120.000 ml.

La obesidad mórbida, las malformaciones en el cuello o la columna vertebral, o la alergia a los anestésicos también constituyen contraindicaciones para donar médula ósea, pero no sangre periférica, por lo que las personas con alguno de estos problemas deben consultar con el médico antes de registrarse como donantes.

El tiempo medio desde que te registras para ser donante hasta que te llaman para donar de manera efectiva al resultar compatible con una persona necesitada de trasplante es de 8 a diez años.

Texto y foto: Agencias

 

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