En enero y febrero las consultas a los nutriólogos aumentan 70 por ciento en la Ciudad de México, debido a que en las fiestas de diciembre las personas pueden subir entre cuatro y ocho kilogramos, según expertos en la materia.
Las mujeres embarazadas también suben de peso en esa temporada, y aunque no implica un riesgo mayor para su salud, es importante que acudan a su consulta médica para retomar su control.
La directora del Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI), Amparo Ruiz, recomendó seguir hábitos saludables con una alimentación balanceada y con activación física.
Advirtió que el sobrepeso y la obesidad pueden generar dificultades para concebir y están considerados una posible causa de infertilidad. Por este motivo, antes de buscar un embarazo o iniciar un tratamiento de reproducción asistida, los ginecólogos recomiendan un plan de reducción de peso y modificar los malos hábitos nutricionales que se puedan tener al menos entre tres y seis meses antes de concebir al bebé de manera natural o por tratamiento de fertilidad.
“En las mujeres, la obesidad se asocia directamente con falta de ovulación o baja calidad en los óvulos y en muchos casos, la disminución de peso es el único tratamiento que se requiere para lograr el embarazo”.
“Es importante que las mujeres conozcan que el riesgo de complicaciones obstétricas es tres veces superior en las mujeres con obesidad, aumentando las tasas de aborto y con mayor riesgo de muerte fetal y de parto prematuro que las mujeres con peso normal”, agregó.
–Notimex
