Un grupo de manifestantes afuera de la Corte Suprema de Estados Unidos para homenajear a la fallecida jueza progresista Ruth Bader Ginsburg abucheó ayer al presidente Donald Trump, que acudió a presentar sus respetos a la magistrada.
Estados Unidos comenzó anteayer tres días de homenajes en la Corte Suprema y el Capitolio para despedir a la jueza progresista Ruth Bader Ginsburg, cuya muerte dejó una vacante en el alto tribunal y desató un nuevo choque entre demócratas y republicanos en plena campaña electoral.
Al otro lado de la calle, detrás de una barrera, cientos de personas esperaban para homenajear a la magistrada, cuyo ataúd fue cubierto con la bandera estadounidense.
Su féretro fue colocado en el mismo lugar donde descansó el ataúd del presidente estadounidense Abraham Lincoln en 1865. “Hoy nos despedimos de una heroína estadounidense”, dijo la rabina Lauren Holtzblatt.
