Cuándo darse un tiempo en la pareja

Las segundas partes no tienen por qué ser malas. Si crees que tu relación ha llegado a un punto de inflexión, pero todavía quieres luchar por el amor, te contamos las claves para salir adelante

Las relaciones pasan por momentos buenos y muy buenos, pero también por malos, como las crisis de pareja, que en algunos casos pueden hacer que pensemos que no existe un futuro juntos. Sin embargo, antes de caer en el catastrofismo hay que valorar la situación en pareja y decidir entre ambos si quieren apostar por intentar salvar la relación con uno de los métodos más usados: darse un tiempo.

Los matrimonios o noviazgos, especialmente los muy apegados, en los que ninguno de sus miembros disfruta de tiempo en solitario o con amigos, pueden necesitar un respiro emocional que solo se consigue separándose físicamente durante un tiempo.

Además, también pueden darse casos en los que una infidelidad, la monotonía, o las disputas constantes, pueden hacer mella en la relación, por lo que a veces es mejor pararse a pensar si se desea seguir dando pasos por el mismo camino con esa persona o, por el contrario, los caminos deben separarse.

Esta reflexión no es cosa de un día ni de dos, pero tampoco debe prolongarse demasiado. Según explica la psicóloga y sexóloga Raquel Fernández Rodríguez, del Centro Ishtar, cuanto más larga sea la separación menos probabilidades hay de reconciliación, pues si se alarga mucho se crea una distancia que puede llegar a ser insalvable, ya que las personas suelen acostumbrarse a la nueva situación.

También advierte de que para que ese tiempo pueda salvar su relación es necesario un compromiso por parte de los dos miembros de la pareja, pues si una de las partes no está dispuesta a intentarlo es mejor poner un punto y final y comenzar una nueva vida sin el otro.

Necesitan fijar un tiempo estimado; si no le ponen un límite puede que se convierta en algo indefinido, y que cada uno se acostumbre a hacer su vida de manera solitaria.

Es recomendable no tener contacto, o muy poco, durante el periodo de reflexión, pues así se puede pensar con mayor claridad. En caso de tener hijos en común se establecerá la comunicación necesaria para conocer su estado.

No es aconsejable que las personas que se están dando un tiempo comiencen a conocer o a tener relaciones sexuales con otras, pues esto solo podría confundir y no ayudaría a retomar la relación.

Es necesario pensar en los errores propios, y no solo en los de la pareja; de esta manera se podrán solucionar y proseguir juntos.
Ambos podrán hacer una lista de lo bueno que aporta la pareja y lo que les gustaría cambiar de ella o de la relación, así como qué fue lo que les llamo la atención de la otra persona en un primer momento. Esto ayuda a aclarar las ideas y a recordar por qué te enamoraste de él o ella.

Si ambos creen que no van a poder solucionar sus problemas solos, una buena opción es acudir a terapia de pareja, donde el profesional podrá guiarlos de la mejor manera posible.

Después del tiempo pactado de separación es el momento de exponer nuestras reflexiones a la pareja. Para ello, intenta quedar en un sitio tranquilo y evita los reproches y las frases hirientes.

Si todavía no vivían juntos, una buena opción es comenzar desde cero la relación: primera cita, primer beso… Esto puede sacaros de la monotonía y hacer resurgir la llama de la pasión.

Texto y foto: Agencia

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