Decálogo como anillo al dedo

Armando Escalante
Periodista y analista político

Es momento de hacer un alto entre los crecientes 18 mil muertos y los ya casi 150 mil contagiados en todo México para reflexionar sobre estos hechos. Se ofrece aquí una ayuda para razonar:

1.– Busca más información sobre la pandemia de todas las fuentes posibles —prensa, radio y televisión— que sean serias y no solo te conformes con escuchar una sola fuente oficial en una conferencia nocturna (7pm) que suele ser imprecisa, inexacta y confusa, donde además se miente.

2.– Mantente realista, atento, pendiente y alejado de esas voces que como canto de sirena te hacen creer que “no pasa nada” y proclaman absurdos optimismos para que te salgas a la calle.

3.— Cuídate de esos falsos profetas que confunden la fraternidad. Si tuvieran fraternidad, empatía con su pueblo, no los habrían llevado al suicidio colectivo pidiéndoles que salgan y se abracen apenas el 22 de marzo, cuando el COVID-19 estaba regado por todo México.

4.— Haz todo lo necesario para obtener satisfactores para ti y tu familia. No te conformes con tener poquito, ni con un plato de frijoles o un solo par de zapatos. Tus aspiraciones deben ser por alcanzar lo mejor para tu familia, tu incluido.

5.— La mejor medicina en estos tiempos es la que no falta; vigila que hospitales y clínicas estén bien atendidos y cuenten con todos lo necesario. No permitas que políticos te engañen diciendo que sí mandan medicinas y equipo y no es verdad.

6.— Tienes derecho a gozar del cielo, del sol, del aire puro, pero no tienes derecho a salirte de tu casa si no es por necesidad. Si lo haces, puedes correr riesgos y causar contagios. Protégete.

7.— La buena alimentación te permite razonar y darte cuenta que hay modernos mesías que buscan engañarte con supuestos combates de la corrupción y pobreza.

8.— Hay que hacer ejercicio y no te quedes sentado frente a la pantalla oyendo a los que mienten desde conferencias mañaneras y/o nocturnas.

9.— No uses lenguajes discriminatorios contra la gente que no te quiere, ni contra los investigadores —no les llames sabelotodos— tampoco contra los periodistas —no son chayoteros—, ni insultes a tus adversarios con palabrejas como fifís, derechairos, hipócritas, ni nada de eso y luego pidas tregua.

10.— Y busca el camino a la espiritualidad, sin destruir todo a tu alrededor, ni despedir empleados o cancelar programas, cerrar fuentes de trabajo, suspender proyectos exitosos y jamas repitas que una pandemia te cae como anillo al dedo, al tiempo que mientras vas que habrá 30 ó 35 mil muertos en tu país y no te hagas responsable de impedirlo.

Hasta aquí el decálogo que le vino como anillo al dedo a la pandemia. Cualquier otro es una mala copia.

El xix.— El domingo que viene es Día del Padre y aunque siempre es menos celebrado, esperemos que no aprovechen los negocios para sacar ofertas y causar más contagios por amontonar a la gente.

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