La joven Nusrat Jahan Rafi fue quemada viva después de haber denunciado que el director de la escuela a la que asistía la acosaba sexualmente. Dos semanas después le prendieron fuego después de rociarla con queroseno.
El caso ha indignado a la sociedad de Bangladés y ha puesto sobre relieve la gran vulnerabilidad con la que viven miles de mujeres que habitan en dicho país.
Normalmente las mujeres que denuncian acoso sexual se exponen a una situación de riesgo; son revictimizadas por la sociedad y son expuestas a un posible ataque del agresor o inclusive de parte de sus comunidades.
En su denuncia la joven relató que el director la llamó a su oficina en repitadas ocasiones y le realizó tocamientos sin su consentimiento.
Cuado Nusrat fue a denunciar un oficial grabó su declaración. Dicho vídeo fue filtrado a medios locales y después vinieron las represalias.
La policía detuvo al director por el acoso, pero los estudiantes varones se organizaron para manifestarse en contra de la aprehensión del hombre.
El caso escaló tanto que inclusive la joven tuvo que asistir a sus exámenes finales en compañía de su hermano.
Intenté llevar a mi hermana a la escuela e intenté entrar en las instalaciones, pero me pararon y no me permitieron entrar, relata Mahmudul Hasan Noman, hermano de Nusrat.
Una vez dentro una estudiante convenció a Nusrat de ir hacia el techo de la escuela, ahí ya la esperaba un grupo de personas con burkas. Estas la rodearon y la presionaron para que retirase la denuncia; sin embargo ella se negó. Fue entonces cuando le prendieron fuego.
Banaj Kumar Majumder, Jefe de la Policía local, informó que la intención de los atacantes era la de hacer parecer que se trataba de un suicidio.
Debido al atentado el 80 por ciento del cuerpo de la joven quedó afectado. La joven grabó un último testimonio mientras era trasladada en ambulancia.
El profesor me tocó. Combatiré este crimen hasta mi último aliento, dijo.
Desgraciadamente no fue posible salvarla. La noticia conmocionó al país entero y miles de personas asistieron a su funeral.
Texto y foto: Agencias
