Por Eutimio Castro
La temporada de fin de año es una época de unión familiar, festejos y celebraciones por los logros alcanzados y de ilusión por el año que entra; sin embargo, para algunos es un tiempo de tristeza, debido a que esas metas propuestas a comienzo del año no se cumplieron, a problemas financieros o a que se encuentran lejos de sus seres queridos.
Datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) señalan que en estas épocas de fiesta los episodios depresivos pueden aumentar hasta 40%, también se menciona que la población más afectada por la depresión en esta temporada son adultos mayores de 45 años y aunque la situación es difícil de controlar, también es posible que tales pensamientos negativos arruinen las fiestas.
Pero no solo los adultos, también existe en los jóvenes que, por alguna decepción amorosa o falta de sentido a sus vidas, entran en depresión. Estos son días en los cuales hay muchas exigencias sociales y la gente a tu alrededor te dice que tienes que sentirte bien y estar alegre, pero eso no se da en muchas personas y esa exigencia agrava su tristeza.
Los síntomas de las personas con trastorno o depresión estacional son: tristeza, irritabilidad, letargo, cansancio, ansia de comer carbohidratos y azúcares, dificultad para concentrarse, dormir más de lo normal, falta de energía, disminución de actividad, alejamiento de la vida social y llanto frecuente.
Pero estos episodios se pueden superar con el apoyo de familiares y amigos, pero si la nostalgia navideña se da durante varios años, es mejor buscar un psicólogo. Ya que desgraciadamente algunos casos de depresión navideña terminan de manera trágica.
Lo mejor para estas fechas es recordar los logros, la personas que conociste, los lugares nuevos que encontraste, todo el camino recorrido, aprender de lo malo para superarlo y seguir adelante, sin lugar a dudas la mejor motivación es quererse a sí mismo y valorarse como persona.
